Festival de Cine de Málaga

Hay triunfos personales que son auténticos fracasos

Crítica de 'El cover', película inaugural del Fetival de Málaga

Marina Salas y Álex Monner, en una imagen del filme

Marina Salas y Álex Monner, en una imagen del filme / La Opinión

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

El cover

Director: Secun de la Rosa

Intérpretes: Àlex Monner, Marina Salas, Carolina Yuste, Raúl Jiménez, María Hervás, Susi Sánchez, Juan Diego, Lander Otaola, Carmen Machi. 

Nadie le va a quitar a Secun de la Rosa la satisfacción por haber podido sacar adelante una película que estuvo condenada a quedarse a medio hacer por la irrupción del coronavirus en pleno rodaje. Pero tampoco la sensación confesa de que no ha terminado firmando el filme que tenía en mente cuando lo escribió y lo preprodujo. Porque hay triunfos personales que también son fracasos sin paliativos, y 'El cover' lo es.

«Estoy harto de esta vida de plástico», refunfuña el protagonista de la película, un joven aspirante a cantante que trabaja como camarero en Benidorm. Suena curiosa la frase en una cinta que es, precisamente, de plástico, malogradísima por la ausencia total de chispa, las interpretaciones postizas y un libreto mínimo, cuyo buenismo acaba siendo lastimero y condescendiente con sus personajes. Y es una pena porque resulta evidente que hay mucho de De la Rosa en esos personajes y sus ilusiones, y que la defensa desde la bonhomía y la sonrisa de los artistas que no triunfan es más que necesaria en el actual overbooking de talent shows. 

Rematan la cosa una importante ristra de bacaladas técnicas (el montaje es especialmente pesímo) y, sobre todo, unos parlamentos abracadabrantemente imposibles; les pongo dos ejemplos (con spoilers, aunque una palabra como ésta queda rara al hablar de algo tan previsible como esto): el protagonista confiesa a su objeto de deseo que le había mentido sobre su pasado familiar y que, en realidad, la historia de sus padres está llena de drogadicciones, alguna muerte prematura, capítulos de enajenación y que ésa es la razón por la que ha vivido con sus abuelos; la respuesta inmediata de ella: «¿Y qué tal con tu abuelo?». En serio. Otra: el protagonista descubre un baúl de los recuerdos de su madre, también aspirante a cantante, encuentra un cassette y le dice a su objeto de deseo, con tremenda cara de asombro: «¡Anda, un cassette! ¿Te acuerdas de las cintas?»; inmediatamente, saca un loro con doble pletina que está a su lado y mete el cassette. En serio. Y aquí el coronavirus no tiene la culpa de nada. Seguramente si no hubiera estallado la pandemia 'El cover' no sería la película que es ahora, pero tengo la certeza de que tampoco sería una buena película. Ni de lejos.

Hay un momento en que Sandra, el objeto de deseo de Dani, el joven aspirante a cantante, trata de calmar los nervios de éste antes de su actuación: «¡Con lo que tengas vamos p'alante!”. Pues eso es justo lo que ha hecho Secun de la Rosa: ha tirado para adelante con lo que tenía. Pero lo que tenía era poco, muy poco, casi nada. No resulta especialmente agradable escribir una crítica así sobre una película sobre la ilusión hecha por gente que va sobrada de ella (corre uno el riesgo de ser como uno de esos descorazonados acosadores que sabotean la actuación del personaje de Carolina Yuste), pero nunca es justo fiarlo todo a las intenciones y el empeño.