ENTREVISTA | Arturo Valls Actor

«Siempre estaré con el riesgo; para lo otro está el entretenimiento»

El valenciano combina su faceta de entretenedor mainstream con la de intérprete, productor y promotor de una comedia más incómoda y autoral. 'Como Pequeños calvarios', de Javier Polo Gandía, que presentó ayer

Arturo Valls

Arturo Valls / FESTIVAL DE MÁLAGA

Málaga

¿Cree que el humor, como en Pequeños calvarios, puede ser una herramienta igual de potente que el drama para transmitir mensajes profundos en el cine?

Las personas suelen enfrentarse a ciertos prejuicios. Por ejemplo, con la película Los del túnel, mucha gente se acercó pensando que sería una producción más abierta, dirigida a un público amplio, con un humor más comercial, grueso y cercano al tipo de comedia que aparece en televisión, con chistes y situaciones ligeras. Pero se encontraron con una película mucho más agria, ácida, una comedia oscura, irónica y de tonos más negros. Es lógico que esto desconcierte, y esa desconexión se reflejó en la taquilla, que no tuvo la respuesta esperada. Siempre estoy lidiando con ese hándicap. Sin embargo, es precisamente lo que me motiva; esa chispa de rebeldía que me impulsa a apostar por lo que verdaderamente me interesa como espectador.

Cámera café también fue una película que se estrenó en Málaga y tampoco tuvo el éxito que se merecía.

La película no solo estaba bien producida, bien dirigida y con un gran cuidado en los detalles, sino que además contaba con un trasfondo muy potente. Cuando empezamos este proyecto, entendíamos que había una dificultad tremenda: no podías simplemente extender un capítulo de una serie o algo similar. Si íbamos a embarcarnos en este jardín, tenía que ser para contar algo realmente nuevo. Siempre me encontrarás donde haya riesgos y propuestas innovadoras, porque para lo otro, ya está la televisión. En ese entorno más mainstream, el entretenimiento suele ser para todos los públicos, con chistes blancos y un enfoque generalista. Pero si decido producir algo, prefiero optar por proyectos que se desvíen de lo convencional, que rompan esquemas y ofrezcan algo único.

Trae al Festival Pequeños Calvarios, que se enclava en esa propuesta de comedia diferente.

Aquí no soy productor, pero cuando me propusieron la película, con ese toque tipo Wes Anderson a la valenciana, me dije: «¡Yo tengo que estar ahí!». Lo que más destaca es esa estética tan particular: la paleta de colores, los encuadres, y sobre todo esa angustia tan particular que transmite la obra, con un estilo radical y moderno. Resulta muy interesante, aunque claramente es un tipo de cine que busca remover al espectador de formas más profundas.

No demasiados festivales respaldan algo así en su Sección Oficial, ¿verdad?

Es fascinante el cambio que está experimentando el Festival de Málaga hacia un cine más sesudo, autoral e intimista. Durante mucho tiempo fue uno de los pocos espacios que promovía un cine más abierto, dirigido a un público amplio y accesible, lo cual era genial porque contrastaba con los festivales enfocados en películas más alternativas Ahora, aunque agradezco que dé cabida a obras más reflexivas, me pregunto si no sería bueno mantener un equilibrio entre ambas perspectivas. En todo caso, es alentador ver que sigue apostando por la diversidad narrativa en todas sus formas.

¿Se cansó de recibir propuestas similares en las que usted jugaba el mismo papel?

Lo que yo quiero es explorar y promover una comedia más autoral, que mezcle tintes dramáticos con toques satíricos. Este género me apasiona tanto como actor que, al no recibir propuestas con personajes o historias de este tipo, decidí tomar la iniciativa y producir mis propios proyectos. De esa búsqueda personal nacieron trabajos como Los del túnel, así como mi colaboración en Cámara Café y, más recientemente, Poquita Fe. Este enfoque no solo ha sido un camino para expresar mi visión artística, sino también para abrir espacios que permitan mostrar nuevas realidades a través de un prisma original. Además, creo que estos proyectos son una alternativa valiosa para conectar con festivales y plataformas que aprecien una mirada fresca y diferente sobre la comedia.

¿Y en qué anda metido ahora?

El 1 de abril iniciamos la producción de una serie para Atresplayer titulada Milán. Está dirigida por Ernesto Sevilla y protagonizada por Ingrid García Jonsson, quien da vida a Rafaela. Las amigas de Rafaela, un grupo de peculiares quinceañeras, son interpretadas por Joaquín Reyes, Carlos Areces y Aníbal Gómez, que también escribe el guión. Tenemos mucha ilusión y expectativas. va a ser todo un circo creativo.

¿Qué tiene el cine que lo hace único en comparación con otras formas de arte y entretenimiento, como la comedia, la actuación en vivo o la televisión?

Lo bueno y lo malo están en los procesos de financiación. Desde que surge una idea hasta que se estrena una película, el camino es tan largo que, por un lado, resulta enriquecedor, pero al mismo tiempo no deja de ser un pequeño calvario debido a su alto coste y complejidad. En contraste, la televisión y el entretenimiento son mucho más prácticos, rápidos y concentrados. El proceso del cine, en cambio, se cocina a fuego lento, y todo lo que se prepara de esta manera suele tener un sabor más profundo y una digestión más duradera.

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