Entrevista | Álvaro Ariza Productor

"La figura del productor está poco valorada"

El productor gaditano ha estado estos días en el Festival de Málaga presentando en la Sección Oficial Fuera de Concurso 'Tierra de nadie', un thriller con Karra Elejalde y Luis Zahera

El productor, en la presentación de 'Tierra de nadie'

El productor, en la presentación de 'Tierra de nadie' / Koke Pérez/Festival de Málaga

Málaga

Álvaro Ariza es un productor gaditano que ha destacado por su visión creativa en el mundo del cine y la televisión. Originario de Barbate, ha trabajado en proyectos como 'Lobo Feroz' y 'El Hombre del Saco', además de ser el fundador de la productora Esto También Pasará. Su trayectoria incluye colaboraciones internacionales y exitosas producciones en plataformas como Netflix y Prime Video. Actualmente, participa en proyectos como 'Ya no quedan junglas adonde regresar', una película con un elenco internacional que incluye a Ron Perlman y Megan Montaner. 

Algo que llama especialmente la atención de Álvaro es su enfoque como productor, ya que muchas de sus películas surgen de ideas originales suyas. Esto recuerda al cine de los años 80, con figuras como Jerry Bruckheimer; entonces los productores, con una visión integral y generadora, no solo financiaban los proyectos, sino que también aportaban creatividad y formaban parte del proceso desde sus inicios. Ha estado estos días en el Festival de Málaga presentando en la Sección Oficial Fuera de Concurso 'Tierra de nadie', un thriller con Karra Elejalde y Luis Zahera, con el narco gaditano como gran telón de fondo. 

¿Cree que esta tendencia de productores que aportan ideas desde el inicio y se involucran profundamente en el proyecto está transformando la calidad y diversidad del cine en España?

Creo firmemente que la figura del productor está poco valorada y es tremendamente importante. Mucha gente percibe al productor únicamente como quien financia una película, pero no es así. Nosotros no solo asumimos el riesgo empresarial y el motor financiero de los proyectos, sino que también participamos profundamente en la parte creativa. Por ejemplo, admiro muchísimo a David Puttnam, responsable de películas como 'Carros de fuego', representa esa visión creativa que me inspira. Yo entiendo mi papel de productor desde esta perspectiva creativa, no solo como alguien que analiza números o gestiona finanzas. Para mí, producir es identificar historias que merecen ser contadas y rodearme de personas talentosas con quienes darles vida. Eso, más que nada, es lo que me apasiona de mi trabajo.

'Tierra de nadie' está impecablemente narrada, producida, fotografiada e interpretada. ¿Por qué una película con estas cualidades no forma parte de la sección oficial?

Pues no sé, eso es algo que habría que preguntarle al festival, ¿verdad? Nosotros estamos muy contentos de que nos hayan acogido en la Sección Oficial Fuera de Concurso, lo valoramos mucho. Hemos trabajado en esta película durante cinco años, no porque nos haya costado levantarla, sino porque quisimos darle el tiempo necesario para construir una historia auténtica; por ejemplo, una de las condiciones que acordé con Fernando [Navarro, guionista] fue que dedicara tiempo para viajar a Cádiz, conocer a su gente, respirar su aire y absorber su esencia. Queríamos que el guion naciera de esas vivencias.

Producir es identificar historias que merecen ser contadas y rodearme de personas talentosas con quienes darles vida

¿Cómo surge en un niño el deseo de no solo disfrutar del cine como espectador, sino también de querer formar parte del proceso creativo detrás de las películas, especialmente si vive en un lugar donde no hay escuelas de cine?

Creo firmemente que los sueños están para seguirlos y perseguirlos, y hay que ser valiente para lograrlos. En Cádiz es cierto que nos enfrentamos a limitaciones, pero lo que no falta es talento. Por ejemplo, yo admiro muchísimo a figuras como Juan Carlos Aragón, que en paz descanse; su escritura era tan maravillosa que cada una de sus comparsas parecía poesía pura. Aunque pertenecía al contexto chirigotero y carnavalesco, lleno de alegría, siempre había un trasfondo profundo en sus letras. Cádiz es un lugar único y hermoso. Cuando llegas allí con un proyecto, la ciudad y su gente te abrazan, te apoyan y te reciben con los brazos abiertos. Pero creo que hace falta más apoyo institucional para que todo ese talento tenga oportunidades reales de crecer y brillar. Además, sería importante que, cuando alguien recoge un premio, se reconociera la desigualdad que existe... 

¿En qué sentido?

Por ejemplo, una gran parte de los premiados han pasado por escuelas de pago, lo que dificulta el acceso a los sueños para todos. Esto refleja una barrera que debemos superar. En mi caso, siempre he intentado aportar mi granito de arena para apoyar el talento local, pero es complicado cuando las instituciones no se implican lo suficiente.

¿Cuáles crees que son las causas principales de la desconexión del público con la taquilla? ¿Es un problema que recae más en la industria cinematográfica o en las preferencias cambiantes de los espectadores?

El cine español goza de una calidad extraordinaria, tanto en el ámbito artístico como en el comercial. Sin embargo, a menudo nos enfrentamos a una desconexión entre nuestra propia producción cinematográfica y el público general. Quizás esta situación tenga sus raíces en la educación y en cómo valoramos la cultura nacional: en España hay una tendencia a pensar que lo extranjero siempre es mejor, lo que nos impide apreciar plenamente lo que tenemos aquí. Nuestra cinematografía ofrece ejemplos maravillosos, desde películas con una narrativa excepcional hasta producciones comerciales que han conquistado al público. Cineastas como María Luisa Gutiérrez o Santiago Segura han logrado conectar profundamente con las audiencias. Sus películas, muy taquilleras, han superado en ocasiones a grandes blockbusters extranjeros, lo que demuestra el inmenso potencial del cine español. Pero muchas de estas producciones no reciben la consideración que merecen. En resumen, España cuenta con un cine que es capaz de "volarnos la peluca", como bien dicen los argentinos. Por eso, es clave dejar de subestimar nuestras producciones y empezar a verlas como lo que son: auténticas joyas de la cinematografía.

Imagine que aparece un genio y le ofrece un trato: todas sus películas se convertirán en éxitos absolutos en taquilla, aclamadas y adoradas por el público, pero nunca recibirá premios ni reconocimiento formal en la industria cinematográfica. ¿Aceptaría este trato?

Diría que no. Yo perdería mi magia. Los premios me dan igual, no son mi prioridad. Si llegara a ser número uno, no sería por no obtener premios o reconocimientos, sino porque sabría que al alcanzar esa posición perdería la magia de lo que hago. Para mí, lo importante es el misterio, eso que hace al cine tan especial. El cine tiene magia, y toda esta labor que hemos esstado realizando en Cádiz, con un equipo enorme de Sony, Televisión Española, Amazon y todos trabajando juntos, es parte de ese misterio. Estamos unidos para lanzar esta película de la mejor manera posible, y eso, para mí, es invaluable. Pero si ser número uno significara dejar esto de lado, diría: "Chicos, quedaos en casa".

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