Internet se ha convertido en el patio de recreo de los estafadores de pisos turísticos. ¿Cómo podemos asegurarnos de que no estamos siendo timados? Todos deberíamos asegurarnos de que el piso realmente existe, entablar contacto permanente con su propietario y seguir los cauces legales para este tipo de operaciones. Solo así evitaremos que unas ansiadas vacaciones se puedan llegar a convertir en toda una pesadilla.