A la hora de comprar un inmueble, los españoles suelen pensar automáticamente en pedir un préstamo hipotecario. No obstante, existen otras fórmulas para hacer frente a este gasto. Los seguros de caución que se utilizan en Francia son un ejemplo de ello.

Los seguros de caución sustituyen a la garantía hipotecaria, que es la vivienda, por un seguro. Esto quiere decir que, si el cliente no paga las cuotas del banco, en lugar de ejecutarse la hipoteca se ejecuta el seguro. "Este producto lleva utilizándose en Francia más de 30 años", subraya Mikel Landa Ruiz de Arcaute, Director Comercial y Marketing de CBP.

Como se trata de un seguro, en una situación de impago al banco el que reclamaría la deuda al cliente es el seguro. "Tanto en España como en Francia existe un periodo de reclamación amistosa. La diferencia es que en España tanto la amistosa como la judicial la realizan los bancos. En Francia, cuando hay un seguro de caución, son las aseguradoras las que asumen la fase judicial", detalla el director Comercial y Marketing de CBP.

¿Esta fórmula se podría usar en España? Por ahora no existe la opción, pero Landa explica que algunas entidades lo están considerando. No obstante, hay que tener en cuenta que en España existe una larga trayectoria hipotecaria. "El seguro de caución podría ser una opción muy interesante para algunos casos. Sin embargo, con los cambios en los gastos hipotecarios que hizo el Gobierno en 2018 y los de la Ley de crédito Inmobiliario de 2019 hace que este producto no resulte tan rentable para los ciudadanos españoles", destaca Simone Colombelli, el director de Hipotecas de iAhorro.

Ante estos cambios en el modelo del reparto de los gastos, Landa propone una alternativa para España: "Que sea el banco quien asuma el seguro el lugar del cliente. De esta manera, el banco concede al cliente un préstamo al consumo para la compra de la vivienda y así el banco no tiene que asumir los costes de la hipoteca. En su lugar es el banco quien contrata el seguro de caución y se blinda ante el posible impago del cliente. De esta manera, el banco también puede ofrecer esta alternativa al cliente", destaca Mikel Landa.

Ahorro de costes y reducción del riesgo

Las dos principales ventajas que tiene este producto financiero son dos: ahorro de costes y reducción de riesgos. En cuanto a la primera de ellas, Landa recalca que, en Francia, todos los gastos para formalizar una hipoteca los asumen los bancos, por lo tanto, si una persona quiere adquirir una vivienda le sale más rentable optar por el seguro de caución, debido a que se ahorra esos gastos.

En cuanto a la reducción de riesgos, este seguro blinda el préstamo que conceden al ciudadano y, de esta forma, los bancos tienen la seguridad de que van a cobrar el 100% de la deuda. Además, se ahorrará dinero si en un futuro se da un impago. "Este producto hubiera sido muy interesante durante la crisis económica ya que los bancos no hubieran asumido todos los impagos y los ciudadanos hubieran tenido más opciones para pagar su deuda ya que la deuda con la aseguradora es económica, no es la vivienda en sí", reflexiona Simone Colombelli.