Ramón Aguadero es profesor de Matemáticas en el Instituto Politécnico Jesús Marín y estuvo presente en el taller que La Opinión de Málaga, en colaboración con la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía, impartió a los alumnos de 4º de la ESO en el que se habló del pasado y, sobre todo, del presente y del futuro de la profesión periodística.

Aguadero cree muy interesante este tipo de iniciativas en las aulas de Secundaria porque «los alumnos conocen de primera mano la trayectoria de lo que ha sido, es y será la prensa. De este modo saben de dónde viene y hacia dónde se encamina la profesión».

Este profesor, confeso lector de prensa, piensa que los periódicos van a seguir siendo sus compañeros en su vida porque está convencido de que en un futuro a medio plazo, el papel no desaparecerá «aunque me imagino que con el paso de los años, prensa y revistas se convertirán en algo residual y minoritario».

Aguadero tiene más dudas de que esto pase con las nuevas generaciones porque «realmente la gente joven y los adolescentes tienen unos índices de lectura bajísimos».

Y es que la presencia del periodismo y de los medios de comunicación en las aulas de Secundaria, normalmente se reduce a cuando se habla de las Tecnologías de la información y cuando se trabajan algunos textos de carácter periodístico en la asignatura de Lengua.

Preguntado si cree que los adolescentes hacen un seguimiento considerado normal de las noticias de su entorno más cercano, Aguadero se muestra muy seguro cuando califica ese seguimiento de escaso. «Los alumnos mayoritariamente se topan con la información prácticamente de casualidad. Pueden informarse de algo que ha pasado a través de la TV cuando están comiendo o cenando en sus casas».

Este profesor cree firmemente que se puede acercar a los alumnos a la lectura de medios de comunicación y al periodismo en general a través de actividades en el instituto «haciendo periódicamente talleres como el que habéis hecho aquí hoy, planificando estas actividades y trabajando ese tipo de noticias que a ellos les gustan. El tema de la información y la actualidad es una herramienta de la que disponemos y creo que debemos utilizarla más en la escuela para fomentar el consumo de información entre los adolescentes».

Aguadero sigue reflexionando acerca de este tema y cree que los medios, si quieren captar más lectores jóvenes, «deben encontrar el equilibrio entre los contenidos que les presentan y acercarse un poco a una objetividad, que muchas veces deja bastante que desear por cuestiones empresariales y por cuestiones de otra índole».

Este profesor de instituto cree que a lo mejor a los jóvenes les sobra cantidad de informaciones y les faltan herramientas que les ayuden a aumentar su capacidad de análisis de la misma. «Ahora todo va tan rápido -hace hincapié Aguadero- que no hay tiempo para reflexionar sobre lo que pasa y eso es un problema».

Y hablando del tema del espíritu crítico, tan inexistente entre la gente de Secundaria y Bachillerato, Aguadero sigue apostando por el trabajo en colegios e institutos para que los chavales estén realmente informados y estén al tanto de los grandes temas que pasan, y es partidario de buscar huecos en los currículos que se diseñan en los contenidos para intentar fomentar ese espíritu crítico.

Respecto a las redes sociales, verdaderos sustitutos de los medios de comunicación entre la gente joven, Ramón piensa que «fomentan esa poca reflexión que tan poco beneficia a los hechos noticiosos y realmente no las considera instrumentos para estar realmente informado».