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La Opinión de Málaga
Ver galería >Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
Álex Zea
Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
Álex Zea
Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
Álex Zea
Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
Álex Zea
Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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Los partidos inician el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda. La tarde-noche de Halloween también ha sido la de los mítines en plena calle para caldear aún más un ambiente como el del centro de Málaga, que al filo de la medianoche mezclaría carteles plagados de rostros políticos impolutos con caretas ajadas y rostros ensangrentados. Más surrealista imposible, como si un país se reflejara de nuevo en los cóncavos espejos valleinclanescos del madrileño callejón del Gato. ¿Esperpento o realidad? Sea lo que fuere, los partidos iniciaron de esta guisa el periplo que conduce a unos comicios como los del 10-N, en los que cualquier variación en el reparto de escaños del 28-A puede cambiarle el rumbo a una fuerza o desequilibrar la balanza entre bloques de derecha e izquierda.
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