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La Opinión de Málaga
Ver galería >La Feria de Málaga cumple una semana de fiesta. Este miércoles, a pesar de los cielos encapotados y la sensación de bochorno, miles de personas se divierten por las calle del Centro Histórico de Málaga, en un ambiente quizá algo más desahogado de gente, a la espera de un fin de semana en el que seguramente la ciudad volverá a llenarse de foráneos con ganas de disfrutar los últimos días de fiesta.
Álex Zea
La Feria de Málaga cumple una semana de fiesta. Este miércoles, a pesar de los cielos encapotados y la sensación de bochorno, miles de personas se divierten por las calle del Centro Histórico de Málaga, en un ambiente quizá algo más desahogado de gente, a la espera de un fin de semana en el que seguramente la ciudad volverá a llenarse de foráneos con ganas de disfrutar los últimos días de fiesta.
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La Feria de Málaga cumple una semana de fiesta. Este miércoles, a pesar de los cielos encapotados y la sensación de bochorno, miles de personas se divierten por las calle del Centro Histórico de Málaga, en un ambiente quizá algo más desahogado de gente, a la espera de un fin de semana en el que seguramente la ciudad volverá a llenarse de foráneos con ganas de disfrutar los últimos días de fiesta.
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La Feria de Málaga cumple una semana de fiesta. Este miércoles, a pesar de los cielos encapotados y la sensación de bochorno, miles de personas se divierten por las calle del Centro Histórico de Málaga, en un ambiente quizá algo más desahogado de gente, a la espera de un fin de semana en el que seguramente la ciudad volverá a llenarse de foráneos con ganas de disfrutar los últimos días de fiesta.
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