El cuerpo de Cheryl Cole ha dicho que ya no puede más. Después de tener jornadas de trabajo de 18 horas y de trabajar exhaustivamente como jurado en el show Factor X, grabando su nuevo disco y en su gira, la cantante se ha desmayado en una sesión fotográfica y ha dejado temporalmente el programa por consejo médico.

La cantante, de 27 años, llegó el sábado a una sesión fotográfica para presentar su nuevo disco con mala cara y sudores fríos. Según los profesionales que trabajaban con ella la cantante estaba "pálida y demacrada", pero aún así insistió en que no se pospusiese la sesión y en que se encontraría mejor a pesar de las náuseas y las altas temperaturas.

Los maquilladores estuvieron preparándola durante una hora, pero la que fuera cantante del grupo Girls Aloud sólo aguantó unos momentos debajo de las luces antes de caer inconsciente.

Después de aquello, según contaban testigos a The Sun, "fue llevada a una habitación oscura y estuvo tumbada hasta que llegó el doctor. Luego le mandaron a casa y la sesión fue postpuesta indefinidamente".

Al parecer, el médico le diagnosticó un severo agotamiento y los análisis revelaron que tenía una grastoenteritis vírica, por lo que le ordenó reposo. Su manager avisó después a los organizadores de Factor X que Cheryl estaría ausente del programa hasta próximas noticias.

Por lo que contaban los que estaban trabajando con Cheryl "nunca debió ir al estudio". "Insistía en que estaba bien, aunque era evidente que no lo estaba. Su piel estaba pálida, no tenía color en los labios y estaba cansada".

Lo cierto es que la cantante tuvo asustado a todo el equipo que estaba con ella. Según contaban al diario británico: "Estaba sudando y el equipo de maquillaje tuvo que trabajar mucho. Finalmente cayó en redondo. Fue horrible, estuvo inconsciente durante unos segundos, pero fue suficiente para que todos, incluyéndola a ella, se llevaran un buen susto".

También contaban que "fue un tremendo shock verla tan enferma. Estaba horrible".

Una ruptura no superada

La cantante llevaba tiempo ignorando su salud y dedicándose exclusivamente a su trabajo. Se dice que Cheryl ha hecho caso omiso sobre su salud y sobre las jornadas de trabajo de 18 horas a las que ella misma se sometía para superar el dolor que le producía su separación con el jugador de fútbol Ashley Cole, con el que aún sigue casada aunque el divorcio está en trámite.

Así lo afirmaban algunos amigos de Tweedy: "Después de la separación con Ashley, Cheryl se ha estado volcando con su trabajo. Se ha estado dedicando completamente a 'Factor X', a su álbum, grabando y de gira, tanto que esto ha empezado a afectar a su salud. La verdad es que ha estado trabajando demasiado duro".

Por lo visto, la cantante no ha parado de trabajar ni un solo segundo desde la ruptura: "Lleva trabajando así de duro desde los últimos 18 meses. Algo le tenía que dar".

Además de verse afectada por su ruptura, Cheryl se asustó mucho cuando el mes pasado una ferviente fan le agarrase del brazo fuera de las audiciones de Factor X en Birmingham. Después se supo que la acosadora, Danielle Beeres, de 21 años, hablaba constantemente de Cheryl.

Poco después de que se desmoronase por la separación la cantante comenzó a perder peso considerablemente, aunque se decía que estaba siguiendo una dieta de té de menta. Su madre, Joan Callaghan, podría haber hablado con la cantante intentando concienciarla sobre lo preocupada que le tenía su pérdida de peso.

El mes pasado Tweedy, que debutó en solitario con 3 words, estuvo unos días en Tanzania para recargar baterías con el bailarín Derek Hough, aunque las fuentes del hotel aseguran que Cheryl pasaba la mayor parte del tiempo por su cuenta, viendo películas y recibiendo tratamientos de spa.

A pesar de ese descanso, desde que volvió a Gran Bretaña Cheryl no ha tenido un sólo día libre. Su disco está casi terminado y se espera para octubre. Todavía están planificadas más actuaciones, incluyendo la que tiene prevista para el mes que viene en el V Festival.

Sus amigos esperan ahora que la cantante se dé cuenta de que debería llevar una vida más tranquila y preocuparse más por su salud.

Lo que ha quedado claro es que la Cheryl ha explotado después de un gran cúmulo de problemas. También hay que tener en cuenta las burlas que ha estado recibiendo del 'guru' de Factor XSimon Cowell sobre ella el pasado viernes acerca de lo saturada que estaba y lo lenta que se mostraba en las audiciones del show.

En los últimos años la carrera de esta estrella del pop ha subido como la espuma, sobre todo con su debut en solitario con el album 3 Words y su éxito en Factor X, guiando a los ganadores de 2009 y 2010 Alexandra Burke y Joe McElderry.

Después de lo ocurrido y en vista de su cansancio acumulado, Cheryl tiene que tener un mínimo de 7 días de descanso antes de empezar de nuevo a trabajar de manera gradual.