Una segunda oportunidad para todos

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Una segunda oportunidad para todos

Gema Carrasco

Garantizar el acceso de todas las personas a los servicios financieros y a los cambios que en ellos se están produciendo se ha convertido en una necesidad capital. Y la educación financiera, como la que impulsa Banco Santander, se revela como una pieza clave para ello.

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ace tan solo 7 años que Bizum llegó a nuestras vidas, pero su uso ha supuesto una auténtica revolución para los micropagos entre particulares. Si echamos la vista atrás, ¿cuánto ha cambiado la vida a nivel financiero en los últimos 15 años? ¿Recuerdan cuándo todas las operaciones se realizaban en las oficinas? O, ¿cómo funcionaban las transacciones sin la app de su banco en el smartphone? Las cosas han cambiado mucho y muy rápido. Se ha producido una evolución tan vertiginosa que no todos están siendo capaces de adaptarse al mismo ritmo. Porque no es lo mismo pertenecer a la generación Z que al colectivo de los mayores de 65 años, ni haber nacido en un recóndito pueblo de la región más pobre de México que en una capital europea. Garantizar el acceso de todos ellos, más allá de la edad, el lugar donde se viva o las condiciones sociales que se tengan, se convierte entonces en una necesidad capital para el progreso de la sociedad en su conjunto.


Una necesidad para la que la inclusión financiera se ha revelado como una pieza clave. Y de ello son plenamente conscientes en Banco Santander. Por eso la entidad lleva años facilitando acceso, financiación y educación financiera a los colectivos más vulnerables, entre ellos, el de las personas privadas de libertad que se personaliza en nombres como los de José Alberto, Cándido o Ángel.

Los tres son internos del Centro Penitenciario de Burgos y, entre las diferentes actividades que se ofrecen en la institución, se han decantado por el programa de Finanzas para Mortales-Justicia Educativa. Englobado dentro de la iniciativa Finanzas para Mortales, que solo en 2021 llegó a más de 75.000 personas, Santander ha puesto en marcha esta acción junto con Instituciones Penitenciarias para lograr que este colectivo comprenda mejor la cultura financiera y económica actual con un claro objetivo inclusivo. Porque como reivindica José Alberto, aquí “estamos metidos en un bucle y parece que no existimos, pero existimos y tenemos derecho a la reinserción”.

Elena Ramos, directora del Centro Penitenciario de Burgos.Elena Ramos, directora del Centro Penitenciario de Burgos. Foto: Sergio González.

Elena Ramos, directora del Centro Penitenciario de la capital burgalesa, coincide con él en que “los internos necesitan recibir este tipo de formaciones para seguir desarrollándose”. Las sesiones de Finanzas para Mortales-Justicia Educativa, que se desarrollan gracias a la colaboración de SANFI y de formadores voluntarios de Banco Santander, tienen el objetivo de que nadie se quede atrás, dotando a los alumnos de conocimientos básicos y fundamentales, incluido el manejo de la banca digital, para que puedan prepararse para un futuro fuera de prisión. En este sentido, José Alberto reconoce que no sabía que existían los bizums, ni cómo se usaban, de hecho, cuando él entró en el centro penitenciario los teléfonos móviles no eran táctiles.

Por eso, bajo el punto de vista de la directora, el programa, que ya se ha impartido en otros centros penitenciarios como el de Picassent, Meco, Teixeiro, El Dueso, Castellón II, Sevilla II, Murcia II o el Centro de Inserción de Asturias, tiene un doble impacto. En primer lugar, les enseña conceptos financieros básicos que desconocen. Y, por otro lado, les sirve como asesoramiento en materia de emprendimiento o autoempleo, por lo que “que Banco Santander ponga en su diana al centro penitenciario es muy valorable”,

José Alberto es uno de los internos del Centro Penitenciario de Burgos.José Alberto es uno de los internos del Centro Penitenciario de Burgos. Foto: Sergio González.

Por un futuro

José Alberto o Ángel quieren montar sus propios negocios una vez salgan del centro penitenciario. Ángel ha descubierto su vocación trabajando en la panadería dentro de la institución y sueña con montar o reabrir un negocio relacionado con este sector. Él decidió apuntarse al programa de Finanzas para Mortales-Justicia Educativa porque desconocía qué tenía qué hacer para ser autónomo o a los sitios a los que debe acudir como la Seguridad Social o Hacienda, cómo funcionan los bancos o las nuevas tecnologías.

Ángel ha descubierto su vocación trabajando en la panadería dentro de la institución.Ángel ha descubierto su vocación trabajando en la panadería dentro de la institución. Foto: Sergio González.

“No sabía que con el móvil se podían hacer pagos, hasta para comprar un bollo en una panadería. Eso de llevar monedas desaparecerá con el tiempo”, se sorprende Ángel, que está muy agradecido al proyecto de Banco Santander e Instituciones Penitenciarias porque cuando salga, lo hará con unos conocimientos financieros básicos. Por su parte, Cándido, que en prisión trabaja para ayudar a hacer más fácil la vida de otros internos que están enfermos, reclama la importancia de “dar visibilidad a la realidad de los que vivimos aquí y que vean que somos gente normal”.

Para impartir estas sesiones, han contado con la colaboración de José María Sáinz-Pardo, voluntario de Banco Santander, que en cuanto se enteró del proyecto de Finanzas para Mortales-Justicia Educativa quiso participar. Actualmente se encuentra jubilado y tiene el tiempo para “a través de esta iniciativa poder ayudarles”. Los internos, que se dirigen a él como ‘Don Chema’, solo tienen palabras de elogios para su formador y José María asegura que “ellos se han abierto a darle todo lo que tenían”.

Cándido trabaja para ayudar a hacer más fácil la vida de otros internos que están enfermos.Cándido trabaja para ayudar a hacer más fácil la vida de otros internos que están enfermos. Foto: Sergio González.

La mecánica del programa es sencilla: consiste en un conjunto de sesiones formativas que tiene como objetivo facilitar educación financiera básica para la inclusión de las personas privadas de libertad, dotando a internos e internas de los conocimientos económico-financieros suficientes que les permitan tomar decisiones personales y familiares sobre sus finanzas cotidianas de forma responsable e informada.

Por una sociedad más preparada

Finanzas para Mortales-Justicia Educativa forma parte de la apuesta de Banco Santander por contribuir a la inclusión financiera de los colectivos más vulnerables desde la formación. La entidad tiene el compromiso de empoderar financieramente al menos a 10 millones de personas en todo el mundo entre 2019 y 2025 a través de iniciativas y programas de acceso, financiación y educación financiera, que ya han beneficiado a 7,4 millones de personas financieramente vulnerables en sólo tres años, como micro emprendedores, particulares, familias y pymes en dificultades, o colectivos en riesgo de exclusión.

Para ello, cuenta con diferentes iniciativas en los países en los que está presente. En España impulsa Finanzas para Mortales para colectivos como las personas en riesgo de exclusión social, con discapacidad, niños y jóvenes, emprendedores sociales o personas mayores; Educación Financiera para mayores, la acción puesta en marcha junto al Ayuntamiento y Universidad de Valencia para favorecer la inclusión financiera de los senior: o DEFINE, para el que ha colaborado con la Universidad de Alicante para potenciar las habilidades digitales de los mayores de 65.

José María Sáinz-Pardo, voluntario de Banco Santander.José María Sáinz-Pardo, voluntario de Banco Santander. Foto: Sergio González.

Todas estas acciones buscan acercar los conceptos financieros más usados a todas las personas, más allá de sus edad, condición social o lugar de nacimiento. Por eso también desarrolla otras iniciativas como Correos Cash, que ayuda a la España rural a no perder el contacto con los servicios financieros básicos y las operaciones más comunes como entregar o recibir efectivo en las más de 4.600 oficinas con las que cuenta Correos en todo el territorio español.

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