Un colchón para la estabilidad económica… y emocional

Un colchón para la estabilidad económica… y emocional

La seguridad es segunda necesidad básica en la pirámide de Maslow. Eso quiere decir que los seres humanos la buscamos y que cuando este factor falta en cualquiera de sus facetas (física, económica, familiar, laboral…) sufrimos una sobrecarga de estrés que afecta negativamente a nuestro bienestar y nuestra salud, provocando ansiedad, insomnio, aumento de presión arterial, depresión…

por Beatriz García

Actualmente, según los últimos datos del CIS, los motivos que más preocupan a los españoles son, precisamente, el paro y los asuntos económicos. Y, tal y como dejaba constancia el informe “Crisis económica y salud en España”, realizado en 2018 por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la salud mental es la gran afectada cuando la situación financiera no es favorable.

Por ello, la clave para afrontar con mayor tranquilidad los imprevistos (desde una avería en el coche, hasta una enfermedad o un posible despido inesperado) y salvaguardar de este modo nuestra tranquilidad y nuestra salud emocional es mantener un nivel de ahorro adecuado.

Dale al play y mira lo que le sucedió a Alicia:

Moraleja: ser previsores y empezar desde ya a tejer nuestro propio colchón financiero nos puede evitar muchos quebraderos de cabeza en el futuro.

Aunque los españoles estamos ahorrando más que nunca (según los recientes datos de Funcas, España ha alcanzado el 31,1% de ahorro, la mayor tasa de ahorro de la historia) ese esfuerzo de apretarse el cinturón está movido por el miedo a la crisis y al paro derivados de la pandemia. No es, en opinión de los expertos, un ahorro saludable puesto que deriva en un descenso del consumo, perjudica el bienestar del tejido empresarial e industrial y, a la larga, genera mayor desempleo y un empeoramiento de la situación económica.

Lo saludable para nuestros bolsillos, nuestra tranquilidad y la economía en general sería ahorrar en tiempos de bonanza. En el caso de Alicia, la protagonista del vídeo, debería haber empezado a preparar su colchón de imprevistos, reduciendo un poco su tren de vida, cuando era una influencer estrella y los miles de likes significaban unos buenos ingresos a final de mes.

  • Haz cuentas. Es imprescindible que conozcas al dedillo el estado de tus números. Tienes que saber cuánto tienes, cuánto debes, en qué gastas el dinero y qué gastos son necesarios y cuáles son prescindibles. Hay apps que te pueden ayudar a llevar registro de todos tus gastos, pero también puedes hacerlo al estilo “clásico”, es decir, simplemente anotándolos todos (por pequeños que sean) durante al menos un mes. De esta manera tendrás una panorámica más precisa de en qué se te va el dinero.

  • Fíjate un objetivo. Un colchón financiero no es ahorrar para las vacaciones, ni para la universidad de los niños. Todos esos son gastos previsibles y el colchón sirve para dar respuesta a situaciones sobrevenidas con las que no contamos. Igual que cuando elegimos el colchón en el que dormiremos cada noche, cada persona debe decidir cuál es el que le resulta más cómodo. Para unas personas bastará con tener ahorrado el equivalente al salario de dos o tres meses, otras necesitarán el de seis meses o un año. Una buena manera de decidirlo es pensar qué cantidad de dinero “de reserva” nos haría sentir tranquilos en caso de que nos quedáramos sin ingresos.

  • Adiós al pudor de hablar de dinero. Nuestra falta de formación financiera se agrava porque, además, culturalmente está mal visto hablar de cualquier asunto relacionado con el dinero (cuánto ganamos, las deudas que tenemos, los gastos que realizamos…) y eso vuelve estos temas todavía más espinosos y opacos. Sólo de lo que se lee y se habla se aprende. Hablando con normalidad de dinero se lograría evitar problemas, prevenir riesgos y tener una vida feliz acorde con nuestros deseos.

  • Un coach para tu bolsillo. Tener un colchón financiero no significa guardar el dinero literalmente bajo el colchón. Para elegir el plan de ahorro que mejor se ajuste a nuestras circunstancias y necesidades, lo mejor es dejarse aconsejar por un asesor o coach financiero, son personas expertas en la materia que te ayudarán a gestionar tu economía.

  • Productos financieros. Se trata de evitar el riesgo y de tener el dinero disponible en cualquier momento cuando ocurra algún imprevisto, por eso, hay que primar la seguridad y la liquidez frente a otros factores como la rentabilidad, aunque no está de más tratar de buscarle alguna rentabilidad a nuestro dinero, por pequeña que sea.

  • Piensa en el futuro desde ya. Nunca es demasiado pronto para empezar a ahorrar y a trabajar en nuestra estabilidad económica. Una de las máximas del inversor y empresario Warren Buffet es “No ahorres lo que te quede después de gastar. Gasta lo que te quede después de ahorrar”. Una regla debería ser gastar -como mucho- el 90% de los ingresos y ahorrar al menos el 10% de manera sistemática.

Más información en Fundación MAPFRE.

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