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Mujeres a los mandos en el sector sanitario

Las mujeres juegan un papel crucial en el sector sanitario, uno de los esenciales de nuestra sociedad. Se trata de un sector que durante décadas estuvo dominado por el género masculino a pesar de que muchas profesiones como la Enfermería eran prácticamente monopolizadas por las mujeres y en otras, como la Medicina, el peso femenino cada vez era mayor.

Sin embargo, la situación ha cambiado de forma considerable en los últimos 10 años y las mujeres cada vez ocupan cargos de responsabilidad y son determinantes en la toma de decisiones. Como sucede en grandes entidades como Quirónsalud, grupo hospitalario líder en España donde trabajan más de 34.000 mujeres, el 75% de todos los profesionales de la compañía, muchas de ellas en puestos clave para gestionar una estructura tan compleja como puede ser un hospital.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, conversamos con cinco profesionales de este grupo que actualmente están a los mandos de una dirección de su hospital, bien como gerente, responsables del ámbito médico o enfermero, de la atención del paciente o coordinando equipos de servicios tan relevantes como puede ser la Urología, donde precisamente la mayor parte de los pacientes son hombres.

Davinia Cantero, directora de Enfermería del Hospital Quirónsalud Marbella.
Davinia Cantero, directora de Enfermería del Hospital Quirónsalud Marbella.

Referentes de las mujeres que vendrán

Todas ellas son referentes en su profesión y son conscientes de la necesidad de seguir impulsando el talento femenino para lograr que cada vez existan más perfiles como los suyos. Como es el caso de Davinia Cantero, directora de Enfermería del Hospital Quirónsalud Marbella. Actualmente, su responsabilidad es la de “garantizar el desarrollo óptimo de la actividad del hospital en todas sus áreas” –urgencias, hospitalización, gestión de quirófanos– y debe coordinarse de forma transversal con todo el personal que integra el hospital. Cantero destaca la capacidad innata de las mujeres para la gestión de personas y la gestión de recursos: “creo que este talento natural lo llevamos a cabo siempre desde una visión donde se pondera el equilibrio”. Se trata de una habilidad importante cuando se tiene personal a cargo.

Verónica Zamora, directora de Atención al Paciente del Hospital Quirónsalud Torrevieja.
Verónica Zamora, directora de Atención al Paciente del Hospital Quirónsalud Torrevieja.

Su visión coincide con la de Verónica Zamora, directora de Atención al Paciente del Hospital Quirónsalud Torrevieja y encargada de la tramitación de todas las quejas y sugerencias que recibe la institución en la que trabaja. Desde su posición, Zamora resalta la necesidad que exista pluralidad en los cargos de responsabilidad: “la presencia de las mujeres es importante en el liderazgo de empresas para conseguir una mejora en los resultados”. Para lograr esta pluralidad, apunta que la sociedad debe enfocarse en la educación de las futuras generaciones para transmitir la importancia de la igualdad laboral. “La igualdad es un valor diferencial de cualquier organización”, apunta con acierto.

Todas ellas están comprometidas con el respeto a la mujer y con todos sus derechos, necesarios como base para construir una sociedad más justa, en este caso empezando desde el sector sanitario. Es precisamente lo que defiende Pilar Jiménez, directora médico del Hospital Quirónsalud Murcia: “El tiempo ha demostrado en las universidades y en el mundo laboral que las mujeres no debemos tener ningún techo de cristal.
Cada una de nosotras debe luchar para llegar hasta donde nos lleven nuestros conocimientos, aptitudes, experiencia, resultados e ilusiones”.

Pilar Jiménez, directora médica del Hospital Quirónsalud Murcia.
Pilar Jiménez, directora médica del Hospital Quirónsalud Murcia.

Desde la dirección que ocupa, Jiménez busca el equilibrio entre una asistencia humanizada y de calidad para los pacientes y una gestión eficiente de los recursos.
“Mis labores de dirección asistencial consisten en la planificación y supervisión de la atención a los pacientes, el trabajo de los profesionales sanitarios, en del cumplimiento de las directrices legales, éticas y normas de calidad y en garantizar una cartera de servicios amplia, con las tecnologías más avanzadas”, añade sobre su trabajo.

Marta Cremades, directora gerente del Centro de Protonterapia Quirónsalud, un centro único en nuestro país al haber sido el primero en ofrecer esta innovadora terapia contra el cáncer, se muestra orgullosa del puesto que ha logrado: “considero que mi trayectoria y los logros profesionales están ligados a mi trabajo y esfuerzo, más allá del hecho de ser mujer, de lo cual me enorgullezco y espero que sirva de motivación a jóvenes profesionales, así como para seguir abriendo oportunidades en cuadro de equidad de género”. Cremades es médico especialista en Anestesiología y Reanimación, peroa lo largo de su carrera ha ocupado diferentes posiciones en el ámbito de la gestión de personas y recursos.

Un orgullo que también comparte Carmen González Enguita, jefa del Departamento de Urología de los Hospitales Universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos de Móstoles, Infanta Elena de Valdemoro, y General de Villalba. “Mujer, médico y uróloga… curioso trío, muchas veces cuestionado”, bromea. González destaca todo lo que una mujer puede aportar a la sociedad a través “de un ejercicio de dirección más democrático, más dialogante y más participativo”.

Dra. Marta Cremades, directora gerente del Centro de Protonterapia Quirónsalud, en la reciente visita de la Reina Letizia para conocer las instalaciones.
Dra. Marta Cremades, directora gerente del Centro de Protonterapia Quirónsalud, en la reciente visita de la Reina Letizia para conocer las instalaciones.

Cuestiones pendientes: cuidados y conciliación

El discurso de todas ellas entronca en un punto común: es necesario el desarrollo de políticas de igualdad que faciliten el acceso de las mujeres en los lugares de responsabilidad, tanto en el sector sanitario como en el resto de disciplinas, y todas coinciden en el buen hacer de su compañía en este sentido. Para Cantero, “son muy relevantes las acciones que las empresas están tomando para la mejora del entorno laboral de los trabajadores, ofreciendo oportunidades de enriquecimiento personal y laboral. Ambos aspectos son muy importantes para generar entornos de trabajo agradables y, en consecuencia, productivos”. Cremades se muestra contundente al respecto: “cada vez será más difícil de entender que haya desequilibrios entre hombres y mujeres en posiciones directivas”.

En consecuencia, “quién promueve, selecciona, decide y elige la persona adecuada para un cargo de responsabilidad, debe hacerlo bajo ‘otra mirada’”, explica González Enguita. Y continua: “Se deben romper barreras y tabúes, evitar prejuicios, valorar el talento y el buen hacer, favorecer iniciativas, ofrecer y mostrar confianza, seguridad, crear un ambiente de colaboración, de trabajo en equipo y de apoyo a todas aquellas mujeres que, por formación, experiencia y voluntad, pueden aportar el valor requerido”.

Carmen González Enguita, jefa del Departamento de Urología de los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos de Móstoles, Infanta Elena de Valdemoro, y General de Villalba.
Carmen González Enguita, jefa del Departamento de Urología de los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos de Móstoles, Infanta Elena de Valdemoro, y General de Villalba.

Sin embargo, “para lograr la igualdad en las posiciones directivas, no es suficiente con facilitar el acceso de la mujer a estas posiciones, sino que hay que trabajar para que el entorno familiar y social permita que ellas accedan sin que esto suponga un sacrificio personal mayor que el de los compañeros de género masculino”, destaca con acierto Marta Cremades, consciente de que el reparto equitativo de los trabajos de cuidado, del hogar y en el ámbito de la conciliación son el quid de la cuestión. Especialmente si tenemos en cuenta que son mayoritariamente las mujeres las que piden permisos para atender asuntos personales y familiares, algo que dificulta que con el tiempo tengan sueldos altos y ocupen cargos de responsabilidad. “Posiblemente, asumimos cargos de menor responsabilidad para que conciliar sea más sencillo”, sentencia Carmen González Enguita, que añade que las mayores posibilidades que experimentan las mujeres, en cuanto a dificultades, exigencias y valoración, comporta la autoexclusión “y a no contemplar los cargos de dirección como preferentes y alcanzables en nuestra vida profesional”.