La editorial Tusquets está recuperando la obra divulgativa del famoso científico austriaco Konrad Lorenz (1903-1989), catedrático de anatomía comparada y psicología animal en Viena y Köningsberg, uno de los padres de la Etología y Premio Nobel de Medicina en 1973.

Después de uno de sus títulos más recordados, Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros, publicado este mismo año y que contó con un emotivo prólogo de Miguel Delibes de Castro, Tusquets saca acertádamente del baúl de los recuerdos Cuando el hombre encontró al perro, una colección de artículos sobre la educación de los perros y la relación del hombre con su mejor amigo, en la que Lorenz recrea, en un comienzo de libro magnífico magnífico, cómo pudieron haber sido esos primeros encuentros entre los antepasados de los perros y el hombre, en el tránsito del Paleolítico al Neolítico.

En contra de lo que se cree, como recuerda el profesor Lorenz, el perro actual desciende en su mayoría del chacal domesticado y son pocas las razas que en gran parte llevan sangre de lobo.

Cuando el hombre encontró al perro es además un virtuoso ejercicio de claridad expositiva, que despliega los consejos más variados sobre la vida del perro, basados en la experiencia de este experto en comportamiento animal. A este respecto, no se pierdan la emotiva relación del autor con su mascota Stasi, una perra nacida en 1940 que bien podría equipararse por sus muchas cualidades con el perro protagonista de una joyita literaria, El fiel Ruslán, de Gueorgi Vladímov.

Décadas antes de que el omnipresente pope televisivo de los perros, el entrenador mexicano César Millán, compartiera sus conocimientos, el profesor Lorenz ya daba consejos sobre la convivencia entre perros y niños, la adquisición de mascotas, la interpretación de las costumbres caninas y el problemático, y a veces inútil, por extemporáneo, asunto de los castigos. La historia de una larga amistad.