Con qué aparente sencillez Vicente Valero (Ibiza, 1963) recrea momentos en la vida de escritores e intelectuales de otros tiempos. Sin duda, detrás de esa supuesta sencillez hay un certero pero también denodado trabajo para dejar su obra con las palabras justas, para que nada distraiga al lector y al mismo tiempo, mostrarnos un estilo muy personal.

Después de narrar con maestría los días ibicencos de Walter Benjamin en Experiencia y pobreza, ahora regresa por derroteros parecidos con Duelo de alfiles, sólo que esta vez el autor -o quién sabe si su alter ego, pues sólo él lo sabe- habla en primera persona para contarnos en episodios independientes sus correrías por Europa, con la vida intelectual europea y el ajedrez como hilo conductor. Y entre esos intelectuales, vuelve Walter Benjamin, que fue huésped en Suecia de Bertold Brecht y su mujer, Helene Weigel, y los dos colegas se entregaron con pasión al ajedrez, «el más honesto de los juegos, aunque, por su naturaleza, también es uno de los más crueles», señala el autor.

Por estas páginas de escritura cristalina también aparecen Kafka, Nietzsche, Rilke, Nabokov, Zweig, Steiner y hermosos parajes del norte de Europa, con el denominador común de paseos, remembranzas y alfiles.

Valero ha escrito una obra que, como las mejores, puede verse de muchas maneras: un libro de viajes, un ensayo sobre ajedrez y literatura o quizás como una desenvuelta aproximación a los intelectuales y literatos centroeuropeos que marcaron el siglo XX. En realidad, es todas estas cosas y uno bien puede salir de la lectura de este libro anhelando esa Europa cosmopolita que fue barrida por los vientos montaraces de las dictaduras fascistas y comunistas del siglo XX que, ni que decir tiene, se hicieron dueñas durante demasiado tiempo del tablero continental.