Hasta la fecha, resulta un misterio por qué un manuscrito de algo más de 300 páginas, fechado en 1621 y que parecía listo para su publicación, finalmente fue guardado en un cajón, donde ha permanecido casi cuatro siglos.

Después de pasar por varios propietarios -un par de nobles y bibliófilos- la Historia del Huérfano, que así se llama la novela, acabó en la Hispanic Society de Nueva York. La Fundación José Antonio de Castro la ha publicado hace poco en una magnífica edición -como acostumbra esta institución- con un completo estudio introductorio de Belinda Palacios.

Aunque esta novela del Siglo de Oro está a nombre de Andrés de León, Belinda Palacios demuestra con bastantes datos que fue escrita por el agustino malagueño Martín de León y Cárdenas, que nació en Archidona en 1584 y murió en Palermo en 1655.

De él se conoce que fue un hombre cultivado que terminó combinando su vocación religiosa con la gestión política. A los 16 años, en 1600, ingresó en el noviciado agustino de Sevilla, una década más tarde se ordenó sacerdote y poco después marchó a Lima. En el Virreinato del Perú permaneció unos siete años y a su vuelta a España obtuvo el título de maestro en Teología. Fue nombrado obispo de Trivento y al año siguiente de Pozzuoli, en Italia y en 1650, arzobispo de Palermo. Un año más tarde fue investido presidente y capitán general del virreinato de Sicilia. En Palermo fallecería a los 71 años.

Sin ser una autobiografía, la Historia del Huérfano, a caballo entre América y Europa y con parte de la acción en Italia, bebe de algunas pinceladas de la vida del autor. También el protagonista, el huérfano, parte a hacer las Américas cuando es un adolescente y allí le esperarán duelos... y quebrantos, en especial un episodio que es el único que falta de la novela, pues al manuscrito le arrancaron dos hojas: el encarcelamiento que provocaría su expulsión de los agustinos. ¿Fue este lance narrativo el que frenó su publicación? En todo caso, resulta llamativo la ausencia de estas dos páginas, auténtico motor de la novela, ya que el Huérfano, de quien desconocemos el nombre, removerá cielo y tierra y volverá a Europa en busca del Papa para conseguir ser reintegrado con honores en la orden de los agustinos.

La obra, contada por un narrador omnisciente, es un clásico producto del Siglo de Oro, con muchas disquisiciones que interrumpen el hilo narrativo, pero también con escenas inolvidables, en particula las bélicas, en las que el religioso malagueño se mueve con gran destreza, ritmo y detalle. En este sentido, el protagonista vive el fallido intento de toma de San Juan de Puerto Rico por el pirata inglés Francis Drake y la toma, esta sí exitosa, de Cádiz por los ingleses, dos episodios de la Guerra anglo-española durante el tránsito del XVI al XVII.

La Historia del Huérfano es un cruce entre novela picaresca y las narraciones de vidas de soldados de su tiempo y sobre todo, un libro muy valioso por retratar la vida del imperio español en sus dos orillas, con sus luces y sombras, pues el autor se hace eco de la alta mortalidad de los indios en las minas, pero también del prestigio de la España de la época: «Que no hay nación pulítica -sic- con quien no se hayan visto los españoles y en sus mismos reinos y tierras, y siendo menores en número son los más temidos y victoriosos que hoy se hallan en obras, armas y vencimientos».

La Historia del Huérfano recoge además con todo lujo de detalles el viaje hasta España de Margarita de Austria, futura esposa de Felipe III y, por supuesto, la vida en un par de virreinatos de América. En cuanto al protagonista, ya lo deja claro el autor: «Un hombre que ha estado en las Indias es dos veces hombre, por ser más general, de más industria, menos necio y más experimentado que el que no ha salido de su patria». Una joya inédita.