De la colisión entre los deseos de Gerald Brenan de ser escritor, que supuso marcharse de Inglaterra, y su llegada a España, germina la filosofía que subyace tras «Cosas de España» (Fórcola, 2019). Siempre buscó la encrucijada, la pausa, para escribir sin lastres de España en plural. Encarnó como nadie el papel de rara avis, Brenan fue el rostro de la época dorada del hispanismo en el siglo XX.

Dijo Nabokov que «no hay ciencia sin fantasía y no hay arte sin hechos». Brenan cumple la premisa, se acerca sus temas con rigor, moderación y detalle. De maceración lenta, este libro abarca toda una vida intelectual dedicada a dignificar el humanismo: la curiosidad como actitud vital. Con España como epicentro, con sus luces y sombras, compone Brenan un mosaico de raíz literaria que se propaga en distintas direcciones. Juan de la Cruz, el Picasso ceramista, el museo del Prado o García Lorca, entre otros, componen una inmensa biografía fragmentaria de un país siempre en busca de identidad, como si de un ángel caído se tratara. Brenan y España se encuentran para dialogar, se proyectan el uno en el otro. Buscan la trascendencia, volver al Paraíso.

Por último, esta obra de Brenan no hubiera sido posible sin la labor de Javier Jiménez de Fórcola Ediciones, el apoyo de Alfredo Taján de la Casa Gerald Brenan y la colaboración del Ayuntamiento de Málaga y su Área de Cultura. Gracias a ellos, Brenan sigue perviviendo como debe lograrlo un escritor: en sus libros. No será el último.

*Carlos Pranger es escritor, albacea de Gerald Brenan