Se conmemora en este 2019 doscientos años del nacimiento de Herman Melville, el padre de Moby Dick. Con ello reaparecen de nuevo sus Cuentos completos, en excelente traducción de Miguel Temprano, en Alba editorial, que ya los publicó en 2006 y que viene realizando un trabajo magnifico de devolvernos a Melville en lengua española con la publicación estos últimos años de otros relatos clásicos de este autor, como Billy Budd, marinero; Redburn; Chaqueta Blanca, Omú o Benito Cereno.

Los Cuentos completos abarcan un panorama muy amplio, en el que no falta el mar: Daniel Orme, pero la mayoría se desarrolla en otros ámbitos.

Como advierte el traductor, Miguel Temprano, «los cuentos de Melville han tenido una suerte muy dispar». También son cuentos de condición muy dispar y de calidad distinta, como sucede en todas las colecciones de textos literarios.

Los relatos, traducidos fueron escritos en su mayoría entre 1853 y 1856, un periodo en el que Melville se dedicó a buscar su particular visión de la verdad, que alcanza su máxima expresión en la historia de la ballena blanca Moby Dick.

Melville, que se sentía angustiado en la ciudad de Nueva York, donde sus libros solo cosechaban incomprensión y fracaso, plasmaba esa sensación en unos personajes muy psicológicos, y aprovechaba el relato para efectuar una dura crítica a la sociedad que le rodeaba y que se hace especialmente notable en cuentos como El campanario, El paraíso de los solteros y El Tártaro de las doncellas.

En este volumen se recogen los Cuentos completos de Melville y el lector tendrá ocasión de descubrir en él no sólo las claves de una literatura inspiradísima, extemporánea y visionaria, sino también la apreciable deuda que la posteridad ha contraído, y quizá no saldado, con su autor, sin duda uno de los mayores precursores de las corrientes literarias del siglo XX.