Tras años de ominoso silencio y de casi completa oscuridad, la literatura de Juan José Saer ha logrado en España el reconocimiento y el espacio que en justicia le corresponde por su altísimo nivel. En ello ha tenido un papel decisivo y extraordinario el trabajo realizado por la editorial Rayo Verde que desde 2012, siete años después de la muerte de Saer, ha venido publicando sus mejores trabajos en novela, ensayo o poesía.

La primera publicación, en 2012, fue 'La pesquisa', un misterio policíaco de una serie de asesinatos en París, ligados a la búsqueda de un manuscrito. Le siguió 'El entenado', una de sus grandes novelas, donde en el mejor tono de las tradicionales 'Crónicas de Indias', Saer nos relata una a historia que se lee como un libro de aventuras sobre una expedición española a Río de la Plata.

Le han seguido 'Nadie nada nunca'; 'Glosa', otra de sus grandes novelas; 'El concepto de ficción' que abarca toda su obra ensayística; 'La Grande', que es, como su título, grandiosa y que Saer no pudo acabar al darse mas prisa la muerte. En 2018 Rayo Verde nos trajo 'El limonero real', una de las obras más aclamadas de la literatura hispanoamericana.

Ahora nos llega 'La ocasión', una novela sobre la incertidumbre de la paternidad y la única con la que Saer tuvo un reconocimiento público al ganar el Premio Nadal en 1987.

Más allá de este unico premio, su obra literaria siempre va a tener vigencia porque, por la vastedad de su obra, por su coherencia interna, por la contundencia en la concreción de su proyecto narrativo, por su radicalidad y por su altísimo valor literario y estético, es junto a Ricardo Pligia, el novelista argentino más importante de la segunda mitad del siglo XX.

Ese alto valor literario deriva y tiene que ver especialmente con su insólito y singular manera de describir que es inigualable. Podría decirse: cuenta historias para tener la oportunidad de describir, cambiando de ese modo la relación acostumbrada entre lo que se narra y los lugares donde eso transcurre. Saer es un maestro en observar el paisaje, las variaciones de la luz, los reflejos, los movimientos, y la precisión sensible de esas descripciones es una de sus cualidades originales e inconfundibles.

Por eso, en 'La ocasión' el nivel argumental es lo menos importante en esta novela y, si se quiere, en toda la obra saeriana. El nivel estilístico es el alma y motor de la obra. Frases largas, barrocas, musicales, cargadas de un hálito poético de una riqueza insuperable. Lo grandioso de Saer es el lenguaje literario propiamente dicho, más allá del argumento y los conflictos que irán presentando sus personajes.

Como bien señala la propia reseña 'La ocasión', lo incognoscible y la frontera entre realidad y delirio vuelven a situarse en el centro de las obsesiones de Saer. Ya desde el inicio contamos con un personaje principal de orígenes inciertos e identidad ambigua, del que lo primero que sabemos es que su nombre, Bianco, no ha sido siempre por el que se ha hecho llamar.

Tambien aquí encontraremos el estilo Saer, caracterizado por sus oraciones largas, una sintaxis cuidada y una fijación por el detalle y la descripción casi cinematográfica de los espacios y las acciones. Un escritor fuera de lo común y dotado de un lenguaje literario de una riqueza única.