Leer esta antología de Franco Loi tiene múltiples recompensas, una de ellas es, por supuesto, disfrutar de una de las voces más particulares de la poesía contemporánea italiana. A este gozo le podemos añadir el descubrir una grafía distinta a la convencional en muchos de sus poemas, o lo fácilmente que hacemos nuestro su tono contundente y vivo, rico en endecasílabos exuberantes aunque alejados de toda tradición.

En Franco Loi hay una voluntad de reflejar el conflicto del hombre con el orden del mundo. En efecto, sentimos la palabra del mundo en ciertos instantes fugaces que quedan atrapados en sus versos.

Esta antología, que con muy buen criterio por parte de la editorial se presenta en edición bilingüe, cuenta con una magnífica traducción de Esther Morillas García.

Un libro que seducirá a los aficionados a la poesía tanto clásica como a la contemporánea. Bueno, los apasionados por las vanguardista también quedarán atrapados y los seguidores del Spoken Word y de todas las vertientes del performance poético también. Franco Loi es pura inspiración para todos los lectores de poesía.

Loi crea un milanés expresionista y exuberante, híbrido y vivo, muchas veces de grafía distinta a la de los diccionarios, pleno de neologismos y voces de otros dialectos, rico en registros que no se excluyen, sino que se superponen.

La sintaxis se altera, entre la elipsis y el énfasis, en función de unos vigorosos endecasílabos que reflejan el conflicto entre el hombre y la realidad. El poeta «nota», y luego «anota» lo que ve, explica Loi: el poeta, como los enamorados, presta atención especial a las cosas que le rodean, da fe del mundo y de su orden (o de su falta de orden).