Si les digo que van a afrontar la reseña de una novela policíaca con tintes de novela negra en el año 61 a.c. en Roma ¿Se lo creerán? Pues bien esa es la ubicación de la obra de Walter Astori, 'Asesinato en Roma'. Roma, año 61 a.c., una ciudad caótica, llena de conflictos políticos, donde los cónsules Pisón y Corvino ven como una serie de crímenes perturba la «anormal» normalidad de la ciudad.

Nuestro protagonista es el cuestor Flavio Callido quien deberá desentrañar la ola de crímenes que amenaza con dejar a la ciudad de Roma hundida del todo. Gladiadores, senadores, meretrices y sacerdotes serán amigos y enemigos de Flavio Callido, quien pronto descubrirá que los asesinatos, en los que hasta el famoso Cicerón está implicado, guardan relación con el lado más oscuro del corazón de la ciudad.

El ambiente histórico y los toques de suspense son las armas que cuenta esta novela para destacar en originalidad, la primera de una serie que la editorial Roca ha confirmado que se publicará en pocos meses.

Los personajes históricos reales son introducidos en tramas ficticias sobre las que se desarrolla el relato con mucha naturalidad, manteniendo la personalidad de cada uno de ellos y a la vez la ambientación romana.

Destaca una prosa ligera y fluida pero cuidada, con aportaciones de términos en latín, buen ritmo, propiciado por los diálogos y por los capítulos donde no hay ninguno que se escape a la acción. Destacan los detalles a los que hay que estar muy pendiente, porque nada está colocado al azar, todo tiene un porqué y una explicación.

Los personajes, principales y secundarios, están muy bien perfilados y con ello ayuda a la propia ambientación de la Roma hasta la que se nos ha llevado con la lectura.

Un final inesperado hace redonda la novela y a la espera de los siguientes libros de la serie y por supuesto del nuevo detective, el cuestor Flavio Callido.

Recomendada para los amantes de las novelas policíacas y de suspense híbridas, en este caso mezcladas con la ambientación histórica y personajes reales que no han sido caricaturizados. Una forma nueva en un viejo género.