Nos vamos hasta Australia Occidental, a Gardner's Hill, una ciudad remota que parece olvidada por todos y donde también parece que nunca pasa nada. Nuestro protagonista es el sargento de policía Chandler Jenkins, separado, con dos hijos de los que se hace cargo de forma ininterrumpida, que intenta conciliar su vida laboral y familiar gracias a la ayuda de sus padres.

La tranquilidad natural del pueblo se ve amenazada el día que aparece un herido extraño, desconocido por todos, que dice llamarse Gabriel, cubierto de sangre seca quien asegura que ha estado secuestrado y drogado en una cabaña de las montañas de la que ha conseguido escapar. Su secuestrador se llamaba Heath y le aseguró que sería la víctima número 55.

Mientras que Gabriel es acomodado en un hotel cercano, aparece en la comisaría un hombre, herido, extraño, desconocido por todos, que asegura llamarse Heath y que según lo que relata ha sido secuestrado y drogado en una cabaña de las montañas de la que ha conseguido escapar. Su secuestrador se llamaba Gabriel y le aseguró que sería la víctima número 55.

Y aquí es donde realmente comienza el relato, dos hombres que repiten de forma exacta su cautiverio, su lucha por la supervivencia, y el fin de su secuestro. Una trama sin duda original para el mundo del thriller donde el uso y el abuso de estructuras comienzan a solaparse.

La policía local necesita para el esclarecimiento de esta historia la ayuda de otros policías de la ciudad cercana, en concreto de un superior denominado Mitchell, antiguo compañero de patrulla de Chandler. Con la llegada de este nuevo personaje la trama se subdivide en dos líneas temporales, la del caso actual y la de un caso sucedido en el año 2002 y que nos irá explicando dónde se basa esa mala relación entre ellos y que llega a afectar al caso en cuestión.

James Delargy debuta con este libro más de tinte policíaco que novela negra y del que se ha comentado que van a hacer una adaptación cinematográfica.

Si el desarrollo y la fuerza necesaria para enganchar que ha de tener toda novela policíaca se supera con creces hasta el nudo, en el desenlace va perdiendo fuelle y el final deja absolutamente enmudecido al lector. Sólo puedo decir que jamás me he encontrado un final así. Comprenderán si han llegado hasta aquí en la lectura de esta reseña que me abstenga de valorar el final porque si no desvelaré mucho de la novela, por no decir todo.

Recomendada para los amantes de la lectura policíaca que busquen una trama diferente y original y sobre todo para aquellos que sean aptos a un final absolutamente diferente.