La mejor tarjeta de presentación de este combativo libro, 'Los griegos y nosotros. De cómo el desprecio por la Antigüedad destruye la Educación', que acaba de editar Fórcola, es su autor, Ricardo Moreno Castillo (Madrid, 1950), que además de licenciado en Matemáticas es doctor en Filosofía, especializado en Historia de la Ciencia.

Ciencia y Humanidades se dan la mano en el currículum de este ensayista, que publicó en Fórcola el 'Breve tratado sobre la estupidez humana', que cargaba contra todo lo políticamente correcto. En su nuevo ensayo, queda claro que el autor incluye entre el colectivo de necios a los nuevos pedagogos, contra los que arremete con causticidad por su empeño en hacer desaparecer de los planes educativos la herencia grecolatina, la de los clásicos.

Con prólogo del famoso escritor, catedrático y helenista Carlos García Gual, la obra surge de una conferencia impartida por Moreno en 2013 en unas jornadas de la Sociedad Española de Estudios Clásicos.

En 'Los griegos y nosotros', el autor enarbola primordialmente opiniones ajenas de reputados pensadores, escritores y ensayistas, desde Gombrich a Oscar Wilde, pasando por Jasper, Voltaire o Vargas Llosa para apoyar su tesis de la necesidad de continuar disfrutando de la enseñanza clásica frente al utilitarismo actual en la Educación porque «si queremos convertir a los estudiantes en seres pensantes, se ha de primar el saber en el sentido más cultural, el que no es medio para otra cosa, el que no encuentra su razón de ser más que en sí mismo».

Por este motivo, tilda de seguidores de Tertuliano -que despreció toda noción cultural anterior a la aparición del Evangelio- a los pedagogos «pretendidamente varguandistas» a los que además califica de «bárbaros de la modernidad».

A este respecto, entra al trapo a la hora de defender tanto la autoridad del profesor como la memorización de algunas nociones, imprescindibles para, por un lado, aprender con un guía y por otro, para adquirir una base de conocimiento que provoque «la sed por el saber». En suma, un ensayo batallador que cuestiona, como ya lo hiciera Nuccio Ordine en 'La inutilidad de lo inútil', la educación que olvida a quienes crearon las ideas de cultura y libertad, tan necesarias hoy como ayer.