Benito Pérez Galdós: El siglo XIX, en sus manos

Esta cita, incluida en 'Benito Pérez Galdós: Vida, obra y compromiso', que acaba de publicar en Alianza Editorial el doctor en Historia y antiguo profesor de la Complutense Francisco Cánovas Sánchez, bien se puede aplicar a esta biografía del autor de Las Palmas, de quien en 2020 se cumple un siglo de su fallecimiento.

Porque desde el comienzo de esta densa pero amena obra, el profesor Cánovas ha entendido que es imposible detallar la vida y producción de Galdós sin asomarse a la España que le tocó vivir. Galdós fue considerado en su tiempo, y lo sigue siendo todavía, el mejor intérprete de la Historia española del XIX, de ahí que en esta biografía del autor de los 'Episodios nacionales' muchas veces vayan a la par la evolución del escritor y la de España. De otra forma quedaría coja su figura, un escritor que, a la hora de escribir los famosos Episodios trató de acudir a las fuentes documentales pero también de entrevistar a testigos del pasado, como el anciano con cuyos recuerdos cimentó 'Trafalgar', la primera novela de la serie.

En este sentido, el profesor Cánovas dedica un capítulo entero al encuentro en París de don Benito con la exiliada Reina Isabel II, que le serviría no sólo para una de sus novelas, sino también para atemperar la ácida imagen que tenía de la monarca.

La obra tampoco se olvida de una faceta que compartió con el también periodista y escritor Charles Dickens: su portentosa capacidad de observación, una cualidad que hizo que sus piezas teatrales y novelas -y ahí está su inmensa 'Fortunata y Jacinta'- estuvieran llenas de personajes veraces, no importa cuál fuera su clase social. A este respecto, la dimensión de Galdós como auténtico cronista de Madrid demostró que la conocía tan bien o mejor que Mesonero Romanos.

Todos los flancos

La vida y obra de Galdós imbricada en la Historia de España no se olvida del análisis literario de su producción ni del eco que produjo entre sus contemporáneos. Es esta una biografía muy detallada que intenta cubrir todos los flancos, de ahí capítulos como el que explora su vertiente de gran dibujante caricaturista y coleccionista de cuadros o el que examina su especial relación con Santander, la ciudad en la que descansaba los veranos y en la que escribió algunas de sus mejores obras.

Y por supuesto, a lo largo del libro aborda el compromiso con el progreso general de España y en particular, con las clases más desfavorecidas, ya fueran los trabajadores o las mujeres, arrinconadas todavía en los hogares españoles. Este compromiso fue el que le animó a entrar a edad avanzada en la lucha política, en las filas del republicanismo moderado, tras el desengaño que le supusieron la Monarquía y la Restauración.

Pero también hay hueco para el ser humano, un Benito Pérez Galdós que no rehuyó el amor pero sí el matrimonio y que fue visto por sus amigos más próximos como una persona tímida, discreta, afable y bondadosa, cualidades que no le impidieron granjearse la enemistad de políticos e intelectuales de su tiempo, algo que provocó, por ejemplo, que fracasara en un par de ocasiones la candidatura al Nóbel de Literatura, además de atrasar su ingreso en la Real Academia de la Lengua.

En resumen, nos ofrece este trabajo un Galdós por todos los flancos, un gigante de la Literatura Española cuya obra, sostiene el profesor Francisco Cánovas, sigue tan en boga como en su tiempo, porque muchos de los conflictos que plantea Galdós siguen siendo los de nuestros días.