A finales de 2018 Errata Naturae publicaba 'En un café', un libro de relatos firmados por Mary Lavin. Eran 16 relatos que permitían descubrir en España a una escritora magistral. Leyendo entonces a Lavin, que murió en 1966, descubrimos el inmenso poder con el que describe la vida interior de las mujeres y hombres en Irlanda, especialmente las madres y las viudas, mujeres que no tienen ningún motivo para ser más que honestas consigo mismas sobre las realidades de su situación.

Ahora Errata Naturae, para ayudarnos a agrandar nuestro juicio sobre la magnificencia de la escritura de Lavin, publica ahora 'Felicidad', otro libro de relatos, quizá los cinco mejores relatos de esta irlandesa que nos ha hecho llegar bellísimas historias sobre la vida rural y provinciana de la Irlanda que conoció. Ese escenario rural y esos personajes tradicionales y simples no restan calidad universal a su ficción, mas al contrario es lo que la hacen excepcional. Son, en definitiva, sabios y profundos cuentos sobre el corazón humano. Son cuentos sobre los conflictos en los corazones de sus compatriotas, hombres y mujeres irlandeses que trascienden las meras historias de vida en Irlanda, de ahí su grandeza.

'Felicidad' es su mejor relato y el que da título al libro. Es el relato autobiográfico de Lavin sobre su viudez junto a sus tres hijas. En ella Lavin dibuja como la felicidad parece residir en una lucha desafiante para vivir la vida al máximo, sin demasiadas preocupaciones sobre lo que dirá la gente y a la vez equilibrada y guiada por un intenso sentido de responsabilidad y cuidado por la familia y los amigos.

'El jardinero nuevo' que llena de vida el jardín hasta entonces exánime, mientras esconde el secreto de la cicatriz en el brazo en forma de hoz de su hija pequeña. En 'Una tarde' cuenta como explota el profundo odio que une a una pareja casada; y 'Un mero accidente', es lo que ocurre cuando un sacerdote amargado descubre al pobre ladrón del cepillo de la iglesia. Finalmente, 'El niño perdido' relata los problemas de fe de una joven esposa que se convierte al catolicismo que profesa su marido y sufre un aborto espontáneo.

Sus historias se centran en las personas, marcadas por su contexto y carácter, que intentan, y a menudo fracasan, crear una vida plena. Con una claridad y perspicacia notables, Lavin revela sus esperanzas y temores, las decisiones que tomaron y las oportunidades que perdieron. Sobre todo, evoca las relaciones familiares entre padres e hijos, hermanos parejas y seres queridos.

A diferencia de otros escritores irlandeses, la suya es una Irlanda normal y tranquila. La ausencia de políticas revolucionarias, sentimientos anticlericales o preocupaciones nacionalistas en su ficción distingue a Lavin de sus contemporáneos. Ella era una escritora que sabía que el corazón humano sigue teniendo sus dramas y sus problemas, independientemente de los problemas que podrían desarrollarse a escala nacional o social. Su idea fue siempre escribir ficción en Irlanda, sobre el día a dia de los suyos, en lugar de escribir ficción irlandesa.Todo un modelo.