Alianza de Novelas (AdN) sigue teniendo al lector español puntualmente al día de la obra del autor estadounidense Michael Connelly, uno de los grandes referentes de la novela policiaca contemporánea. Aunque son varios los personajes que protagonizan su ya larga lista de novelas, sin duda el que más popularidad y reconocimiento le ha granjeado es el agente y detective de la policía de Los Ángeles Harry Bosch. En su nuevo libro, 'Noche sagrada', Connelly junta al casi septuagenario Bosch, ya jubilado pero que sigue trabajando en casos abiertos para el Departamento de Policía de San Fernando, con una colega mucho más joven, Renée Ballard, una policía de treintaytantos sin domicilio fijo y surfera que ya protagonizó hace un par de años otra de las novelas del autor, 'Sesión Nocturna'. Ambos deberán resolver un crimen cometido nueve años antes y del que nunca se halló al culpable.

Para los fieles de Bosch, decir que la nueva novela retoma la vida de éste tras los acontecimientos de 'Las dos caras de la verdad', donde el veterano «poli» ayudaba a desarticular una red de tráfico de pastillas (una de las drogodependencias más extendidas en Estados Unidos) y conocía a una yonqui de mediana edad a la que trataba de salvar de ese infierno. Descubrimos entonces que fue el atroz asesinato de su hija, una joven prostituta que apareció muerta y con signos de tortura en un contenedor de basura del distrito de Hollywood, la que la arrastró a la adicción de los fármacos. En 'Noche Sagrada', encontramos que Bosch se la ha llevado a vivir a su casa con la esperanza de ayudarla a desintoxicarse y que se ha conjurado, además, para encontrar al asesino de su hija. En la investigación se involucrará también Ballard, una poli del turno de noche que sufrió un desagradable asunto de acoso sexual en el trabajo y cuyo recto sentido de la justicia le lleva a interesarse por el caso.

Connelly mantiene sus constantes de siempre en este nuevo libro. Bosch y Ballard son personajes íntegros, que se enfrentan a un mundo de crímenes, marginación y abuso de poder donde las víctimas son siempre los más débiles en esa selva urbana que es Los Ángeles, retratada con todas sus miserias y muy distante del glamour hollywoodiense. A Bosch lo hemos visto vivir y envejecer en un puñado de novelas desde su primera presencia allá por 1992. Sigue con la misma pasión de siempre aunque él mismo empieza a cuestionarse si sigue teniendo la capacidad necesaria para desarrollar un trabajo tan exigente y peligroso.

En 'Noche sagrada', además, Connelly introduce una recurrente dilema presente en mucha de la literatura de este género: la tentación de olvidarse de ser policía para pasar a convertirse en justiciero. Bosch, liberado ya oficialmente de su trabajo como policía, tiene más que nunca este combate interior, ya que su investigación bordea siempre el límite de la legalidad (en este sentido, la mayor prueba llegará al final del libro). Ballard actúa en Noche Sagrada como contrapunto a Bosch, ofreciendo a lo largo del libro sus dos caracteres un interesante juego dado que, pese a sus diferencias de edad y de procedimiento, cada uno va descubriendo y admirando las cualidades del otro.

En alguna ocasión hemos comentado ya que Connelly inició su trayectoria profesional como periodista de sucesos y lo cierto es que todo lo que aprendió durante esos años del funcionamiento del departamento de policía de Los Ángeles y del sistema judicial californiano le sirve de perfecto fundamento para sus novelas. La cantidad de detalles acerca del modo de trabajar de los agentes y detectives de calle es abrumadora y sumerge de lleno al lector en la trama. En este caso, la investigación de Bosch y Ballard para desentrañar el crimen ocurrido nueve años antes se basará en el repaso de las anotaciones que los agentes de calle realizaban en sus patrullas cuando detectaban a cualquier sospechoso.

Admirador de los relatos de Raymond Chandler y su detective Marlowe, hay algo de semejanza en el espíritu de los personajes protagonistas de las novelas de Connelly: almas idealistas que se enfrentan a un mundo de crimen y corrupción. Es a sus víctimas a quien Harry Bosch, acompañado ahora por Ballard, tratará de seguir haciendo algo de justicia en los años de actividad que le queden. Ojalá para el aficionado a la novela policiaca que sean muchos porque Bosch es ya uno de los nuevos clásicos.