'Agnese va a morir' no solo es una gran novela, una auténtica obra de arte literaria, que ganó el Premio Viareggio, uno de los mas prestigiosos de Italia, y se ha convertido en un clásico de la literatura de guerra, sino también un documento de una humanidad extraordinaria donde una mujer, Agnese, que impresiona con su moralidad y su generosa audacia formando parte del movimiento de la resistencia italiana contra los nazis y el fascismo.

La editorial Errata Naturae reedita ahora este clásico, que se publicó por primera vez en 1949, y para el que Renata Viganó se inspiró en su propia experiencia y en la vida de otras mujeres de la resistencia italiana. Renata Viganò participó activamente en la Resistencia en una brigada que operaba en los Valles de Comacchio, con el rango de teniente y el nombre de batalla de Contessa. (Condesa). Es por eso que cada línea de 'Agnese va a morir', tiene el sabor sincero y meticuloso de la verdad, a la par que supone un testimonio auténtico de la intensa actividad política y la presencia femenina en la resistencia.

Agnese es una mujer mayor, sencilla y humilde, trabaja de lavandera y vive con su esposo Palita, enfermo. Palita ayuda a los partisanos, pero Agnese ignora esto. Pero tras el arresto y posterior muerte de su esposo, Agnese se encuentra, casi sin darse cuenta, en las filas de los partisanos, primero porque se vio obligada a huir de su casa, luego de matar a un alemán, luego porque se vuelve indispensable para el grupo que opera. en los valles de Comacchio. Es 'Mamma Agnese', que con su actividad levantó el orgullo de sus paisanos y acabó abatida por las balas alemanas en un lugar ignorado.

Viganò escritora desde muy joven, se apunta al neorrealismo imperante entonces para contar con verosimilitud esta especie de epopeya popular que descarta a priori la investigación de las razones de la lucha y comienza con la afirmación indiscutible de que todo lo bueno está de un lado y todo lo malo del otro. Su mérito fue el de poder mantener un texto que pese a ser abiertamente sesgado, sigue siendo aceptable y realista precisamente porque la creencia de la verdad absoluta es refutable y no está siempre de un solo lado sino en el variado universo que se forjan unos y otros.

Una de las características constantes del estilo Viganò es el uso de oraciones muy cortas, para crear un efecto de realismo, que son más frecuentes al final de los capítulos y párrafos. Por lo tanto, se crea una brecha entre la brevedad de la escritura y la grandeza de la pasión que transmite y ello también aporta una mayor épica a la novela y a su excelencia literaria.