Lo de 'Persépolis' (Reservoir Books, 2020) superó hace ya mucho tiempo las fronteras del mundo del cómic, ese pequeño gueto tan mal visto por los mandarines de la literatura, y su aura le ha llevado tan lejos como para que pasados 20 años de su primera publicación llegue a las librerías una nueva edición integral de la aclamada obra de Marjane Satrapi. Reservoir Books nos entrega una versión remozada con nueva traducción, formato y rotulación, de lo que ya pasa por ser un clásico del cómic, y que sin duda es todo un fenómeno cultural.

Nadie ha levantado nunca la voz en contra de la aclamación unánime de 'Persépolis' como una de las obras fundamentales de nuestro tiempo -al menos, a nadie que lo haya hecho se le ha prestado atención-. Porque los elogios se agotaron hace mucho tiempo para escribir sobre este relato personalísimo de la revolución islámica iraní. 'Persépolis' recibió las mejores críticas, y además disfrutó un éxito comercial enorme y casi inmediato, lo que llevó a una también exitosa adaptación cinematográfica casi tan hermosa como el cómic; y esa película ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes, fue nominada al Oscar y cosechó muchos más premios y elogios. ¿Excesivo? ¿Inmerecido? Para nada.

Volver a las páginas de 'Persépolis' pasado el ruido de tanto éxito, lejos ya de su punto álgido como fenómeno cultural de masas, es volver a uno de los mejores tebeos de tu vida. La obra de Marjane Satrapi sigue fresca y rebosante de vida. Su blanco y negro te sigue atrapando gracias a la aparente simpleza de unos trazos que pasan por ser sencillos y básicos, pero cuya capacidad expresiva es enorme y muy intencionada. La relación de texto e imagen es perfecta, una sintonía que te lleva a devorar las páginas, y aquí hay muchas páginas. El texto tira de los dibujos, sí, pero no lo aplasta -pocas veces unas páginas carentes de fondos, casi siempre solo grandes manchas blancas o negras, han dicho tanto y han resultado tan hermosas-. Y sí, ya desde su primera publicación en 2000 resultó evidente la influencia de David B. y su 'La Ascensión del Gran Mal'.

Satrapi consiguió que su relato autobiográfico, el de esa niña que se convierte en mujer intentando ser ella misma contra todas las dificultadas y prejuicios en un ambiente muy represivo, se convirtiera en unas de las mejores ventanas posibles para conocer la revolución islámica que tan demonizada ha estado siempre en Occidente. Si en los años finales del siglo XX cineastas iraníes como Abbas Kiarostami nos mostraron su país con cierta melancolía y poesía, Satrapi se acercó más a la llamada nueva ola iraní, la de Jaffar Pahani, para entrelazar su vida con la de su país.

Pero recordemos que 'Persépolis' no es un libro de historia. Este tebeo es la crónica personal del final de la infancia y de la llegada a la madurez de Marjane Satrapi, una mujer inquieta e independiente que termina por abandonar su país para buscar su propio camino. Leer este tebeo es leer su vida: los inevitables conflictos escolares y familiares, su primeros romances, su rebeldía contra todo, sus idas y venidas entre Europa e Irán, sus pequeñas miserias como joven artista, su progresiva falta de conexión con un país y una sociedad cuya deriva no compartía. Satrapi se desnuda emocionalmente y se expone a sí misma al tiempo que trata con cariño y mucho amor todo de lo que habla. El aura que rodea esta obra se desprende tanto de la valentía de Satrapi para mostrarse sin tapujos como de la otra gran clave de su trabajo: el sentido del humor. 'Persépolis' es un tebeo divertidísimo, en el que situaciones complicadas son tratadas con un humor encantador, sin que se aligere de forma frívola la carga dramática que toda vida conlleva.

Que tebeos como 'Persépolis' disfruten de este estatus de obra de culto, de clásico que debe estar siempre presente en las librerías, es un signo de la respetabilidad y madurez de la novela gráfica en nuestro país.

Marjane Satrapi es una de las autoras que más ha ayudado a que muchos comenzaran a mirar los tebeos sin desdén. Y veinte años después, sus páginas siguen siendo una de las mejores razones para leer tebeos.