Ödön von Horváth escribe 'Un hijo de nuestro tiempo' en 1937, cuando el nazismo comienza su auge imparable en Alemania y el resto de Europa. Él es un cronista de excepción de esos años de ascensión de esa fatal ideología a la que trata de combatir con sus escritos y sus obras de teatro para advertir que lo peor estaba aún por venir, como así fue. En ese mismo año de 1937 publicó también 'Juventud sin Dios', donde un joven maestro lucha contra la expansión de una educación que inculcaba ya la ideología nazi a todos los menores alemanes.

En 'Un hijo de nuestro tiempo', un joven desempleado, sin perspectivas de futuro, desilusionado y en busca de su propia identidad, se alista al ejercito nazi para encontrar allí su lugar. Cuando es reclutado, un sueño se hace realidad para él. No piensa en la exactitud de sus acciones, considera que «pensar conduce a pensamientos estúpidos». Estaba desesperado sin saber que hacer con su vida y al alistarse ésta vuelve a cobrar sentido.

El joven se identifica cada vez más con las opiniones del nacionalsocialismo. Glorificando la guerra y cediendo al fanatismo, se dejó llevar por la ideología. Está entusiasmado con los usos del ejército y habla siguiendo el modelo del lenguaje impuesto por el nacional socialismo.

Siguiendo esta mímesis, el libro está escrito en un estilo muy simple y casi no hay lugar para la interpretación. El lenguaje es a menudo muy preciso y breve, porque los militares no hacen grandes discursos.

'Un hijo de nuestro tiempo' es una de esas pequeñas joyas que nos dejó Ödön von Horváth, que murió trágicamente en París en 1938, cuando, durante una tormenta, la rama escindida de un árbol lo golpeó en la cabeza.

Nórdica Libros, que ya publicó, 'Juventud sin Dios', lo hace ahora con esta segunda novela que sirve para actualizar la obra narrativa de Ödön von Horváth, que quedó diezmada ante su importante trabajo como dramaturgo.