Aunque comenzó a escribir tarde, con 46 años, Tessa Hadley ha ido forjando una sólida reputación de brillante escritora, gracias fundamentalmente a sus novelas. En casi todas ellas Hadley ha examinado de manera experta las complicaciones e intimidades del matrimonio y la familia en novelas como 'El pasado', 'El dormitorio principal' y 'Chica inteligente'. Su último trabajo, 'Lo que queda de luz', que publica Sextopiso, continúa su exploración persistente de la fragilidad y la resistencia humanas, moviéndose fácilmente entre el presente y el pasado para revelar los bordes duros y los compromisos silenciosos que conforman la relación de dos parejas con años de amistad.

La sensata Christine, una pintora de éxito moderado, está casada con el mordaz Alex, poeta exitoso en su juventud reconvertido en maestro de escuela primaria. Zachary, un brillante galerista y marchante de arte, es el marido de la sofisticada y crónicamente perezosa Lydia. Las dos parejas han levantado una aparente sólida amistad durante más de 30 años, una amistad que, como otras, es una fachada que solo espera un momento dramático para verse destrozada, revelando una fealdad sorprendente bajo la superficie.

El detonante llega cuando Zachary muere de repente de un ataque al corazón en su galería de Clerkenwell. El grupo pierde su ancla. «De todos nosotros, él es el que no podíamos permitirnos perder», vaticina con acierto Christine, mientras consuela a su viuda.

Desconsolada, Lydia se muda con Alex y Christine, y en los meses que siguen, la pérdida, lejos de fortalecer sus vínculos, trae a la superficie antiguos deseos y agravios hasta ahora enterrados en el equilibrio que les brindaba la perfecta cuadratura de su amistad y les forzará a darse cuenta de que su amistad de toda la vida podría no sobrevivir a la pérdida de Zachary.

Con 'Lo que queda de luz', Tessa Hadley ha escrito realmente, una novela brillante. Lo hace con facilidad consumada, y un cierto refinamiento, especialmente cuando pone la lupa en la descripción de los pequeños gestos o los detalles. Pero también sabe dibujar con acierto y visión psicológica a esa clase media atrapada en su tedios y sus engaños.