Las novelas que componen el ciclo narrativo de El Cementerio de Los Libros Olvidados se han convertido en uno de los fenómeno literarios más importante de España y otros países en los últimos años. y han hecho de su autor, Carlos Ruiz Zafón un escritor reconocido y admirado.

Antes de morir en junio pasado Ruiz Zafón ya planeaba reunir sus cuentos en un volumen que acaba de aparecer de la mano de Planeta y bajo el titulo general de ´La ciudad de vapor. Todos los cuentos´.

En total once cuentos, tres de ellos inéditos: ´Blanca y el adiós´; ´Sin nombre´ y ´Una señorita de Barcelona´ y un cuarto ´Apocalipsis en dos minutos´, inédito en español.

No hay sorpresas y en estos cuentos encontraremos al Ruiz Zafón inolvidable. De tal manera que los ecos de los grandes personajes y motivos de las novelas del Cementerio de los Libros Olvidados resuenan en estos relatos que mantienen la esencia de sus grandes personajes y sus tramas, una «ampliación del mundo literario del Cementerio de los Libros Olvidados» como explica el editor del libro Émile de Rosiers.

Se suceden esos escenarios brumosos, barceloneses que basculan entre el siglo XX y alguno también histórico, y por otra parte, los grandes temas que presiden sus libros, la pervivencia de la inocencia, de esos personajes como Daniel Sempere, David Martín o el librero Antoni de Sempere

Los escenarios resultarán también familiares a los lectores del escritor, el Barrio Gótico barcelonés, el Born, la avenida del Tibidabo, el castillo de Montjuïc, las calles circundantes a las Ramblas que conforman una Barcelona soñada como ciudad de vapor.

El título que enmarca los once relatos, ´La ciudad de vapor´ viene de una frase de Antoni Gaudí en el cuento ´Gaudí en Manhattan´, cuando el arquitecto mirando el horizonte desde el barco que le lleva a Nueva York señala admirado: «això sí que és arquitectura, feta de vapor i de llum»

De los más identificados con el estilo Zafón es el cuento ´Rosa de fuego´, la extraordinaria historia de Edmond de Luna, el hacedor de laberintos que le procuró riquezas y ambición, y llegó a Barcelona en 1454 trayendo el germen del mal que habría de llenar a la ciudad de fuego, sangre y destrucción, pero también con los planos del gran laberinto de los libros que Edmon había ideado para Constantinopla, un laberinto inexpugnable para una ciudad donde los libros prohibidos y los prodigios de siglos de pensamiento pudieran ser preservados para siempre.

Hace protagonista a Miguel de Cervantes, que en 1616 vuelve a Barcelona, cuarenta años después de su primera visita, para enterrar a la bellísima Francesca di Parma, «de belleza y encantos sobrenaturales».

Un joven estudiante de arquitectura cuenta en ´Gaudí en Manhattan´, el viaje de Antoni Gaudí a Nueva York para construir para un magnate un rascacielos en Manhattan. «Un rascacielos no es mas que una catedral para gente que en vez de creer en Dios cree en el dinero», dice el genio catalán que ve fallido su proyecto neoyorkino y regresa a su eterna tarea de levantar la catedral de Barcelona.

El cuento que abre el volumen ´Blanca y el adiós´, nos devuelve el personaje de David Martín que aquí es un niño de diez años afanado en construir historias fabulosas «de princesas y brujos, de maleficios y besos envenenados en un universo de hechizos y palacios vivientes», para enamorar a la hermosa Blanca con la que se junta cada martes en una iglesia de Barcelona a espaldas de la criada de la niña.

Un joven cuenta en ´Sin nombre´ la historia de su madre, a la que la recordaría siempre, aunque nunca supo su nombre pues le arrebataron al niño nada mas nacer y la dejaron morir desangrada.

Y así llegamos al último de los relatos, «Apocalipsis en dos minutos», un cuento con claro sabor a despedida y un alegato a las pequeñas cosas y al amor.