Nadie ha desnudado de manera más virtuosa el alma insondable de los escritores; nadie ha indagado y profundizado en el porqué literario de sus escritos como la revista The Paris Review que a lo largo de 67 años ha logrado entrevistar a lo más granado y selecto de la literatura del pasado siglo.

Sus promotores han logrado el intercambio de ideas mas fértil que quepa imaginarse, consiguiendo siempre un escenario de libertad intelectual pleno que ha permitido a los escritores desnudarse profesionalmente y ofrecer un testimonio fiel, una confesión voluntaria de sí mismos y de sus credos literarios y artísticos.

En 1953 aparecía en París su primer número, aunque sus editores eran estadounidenses y finalmente trasladaron la revista a Nueva York en 1973.

Quien quiera conocer a fondo a Faulkner, T. S. Eliot, Hemingway, Nadine Gordimer, Céline, Nabokov Julio Cortazar, Vargas Llosa García Márquez... deberá, por supuesto, leer sus escritos, pero también le resultará imprescindible sumergirse en sus confesiones literarias plasmadas en las entrevistas de Paris Review

Todos los gigantes de la literatura del siglo XX han desfilado por The Paris Review que de esta manera ha logrado convertirse en una revista legendaria y ha hecho de sus entrevistas un canon de ejemplo universal, tanto por su calidad como por los personajes que desfilan en sus páginas.

Ahora la editorial Acantilado ha publicado en dos volúmenes con casi tres mil páginas una monumental antología de estas entrevistas recopilando las cien mejores. Se trata, según su editora, de «cien retratos literarios» que abarcan la época dorada de la literatura universal del pasado siglo: Forster, Hemingway, Faulkner, T.S. Eliot, Ezra Pound, W.H. Auden, Isak Dinesen, Eudora Welty, Elizabeth Bishop o Boris Pasternak, o los españoles, Javie Marías, Camilo José Cela y Jorge Semprúm. La selección ha corrido a cargo de la editora Sandra Ollo y el proyecto se ha gestado a lo largo de ocho años. El trabajo de Acantilado supone un verdadero acontecimiento editorial.

En el primer volumen de Acantilado se incluyen entrevistas realizadas hasta 1983. El segundo volumen concluye en 2012 con la entrevista a Roberto Calasso.

Ahora tomamos la lupa y nos acercamos a las confesiones de algunos autores. Hemingway se deshace en elogios de su amigo el torero Juan Belmonte y al hablar de sus maestros literarios, además de Twain o Flaubert, señala con predilección a Quevedo, Goya, San Juan de la Cruz y Góngora.

Javier Marías cuenta como su segundo apellido, el materno, es Franco, «aunque nada tenía que ver con el dictador», y su tío era el cineasta Jesús Franco. En una ocasión al pedir unos libros a un librero de Londres le deletreó los apellidos,«le dije que mi segundo apellido era como el del dictador. '¿Qué dictador'? me preguntó el librero. Era un hombre joven y no sabía quién era Franco. Entonces me dijo ´¿Cómo el de Jess Franco?' Y yo le respondí, en efecto, es mi tío y quedó muy impresionado».

Marías es muy claro al explicar su lugar en el mundo literario: «Jamás he tenido un plan o un proyecto literario. No quiero componer un fresco de mi época ni nada parecido, ni aspiro a renovar el género. No me preocupa ser original, intentar serlo es muy peligroso». Para Marías la literatura, «ilumina propiamente los objetos, pero, como la cerilla, te permite ver toda la oscuridad que hay».

Camilo José Cela hizo gala de todo su desenfado. Cuenta que «de mí han dicho de todo, desde que soy un genio hasta que soy un deficiente mental. ¡Al menos una de las dos cosas tiene que ser errónea!»,y en su habitual descaro recuerda que tiene 81 años y su mujer cuarenta y uno menos. Le preguntan entonces: «¿Quién tiene más energía su mujer o usted?» Él responde sin dudar: «Ella, follamos para que se canse un poco».

Y explica su concepción literaria: «Para enfrentar esta tarea he de sentir que quiero decir algo y de que lo que quiero decir merece la pena. Por supuesto, uno debe estar convencido de que escribir cien veces, como un niño en el colegio, ´No hablaré en clase', no es literatura en absoluto».

El tercero de los tres españoles entrevistados en esta selección es Jorge Semprún que confiesa: no soy un «auténtico novelista, para mí el novelista es quien utiliza elementos de la realidad para crear un mundo que es más fiel a la realidad que la propia realidad».