«¿Qué le pongo? Lo que quede de Ferlosio»

Muchos pensábamos que el ministro de Cultura se había escondido debajo de la mesa de su despacho a leer la revista ‘Gigantes’, porque poco o nada se sabía de actividad alguna surgida de ese ministerio y en cambio está bien documentada su afición al baloncesto, pero resulta que el hombre sí tenía un asunto cultural entre manos. El Ministerio de Cultura ha pagado 350.000 euros por el legado de Rafael Sánchez Ferlosio, un fondo compuesto por más de 1.200 documentos entre cartas, fotos, dibujos y centenares de cuadernos que serán conservados por la Biblioteca Nacional. En fin, nuestro ministro se ha ido de compras y parece que no le han timado, porque quién puede cuestionar la valía de la obra de Sánchez Ferlosio. Ojalá entre todo ese material aparezcan los suficientes destellos de su talento para que podamos disfrutar de un buen epílogo a tantas buenas páginas ferlosianas. Pero me temo que nuestro ministro tiene mucho más trabajo pendiente sobre su mesa. Parece que las industrias culturales y creativas europeas han sufrido un desplome brutal. Las artes escénicas (teatro, danza, ópera) han quedado desahuciadas con un 90% de pérdidas, mientras que lo musical se desangra con una derrame del 76%. Las artes visuales, la arquitectura, la publicidad, los libros, la prensa y las actividades audiovisuales cayeron entre un 20% y un 40% comparado con 2019. A ver qué se puede salvar.