Yoga, una caída en el abismo de la depresión

Los últimos diez años han servido para que Emmanuel Carrère reafirme su sólida carrera de gran escritor con títulos de carácter biográfico como ‘De vidas ajenas ‘o ‘Límonov’, con los que amplió s condición de ser una de las voces más originales de la narrativa francesa actual.

Ahora Carrère vuelve con ‘Yoga’, a medio camino entre la ficción y la biografia personal. Se trata de una historia muy personal sobre el proceso depresivo del propio autor que él convierte en un relato fascinante gracias a sus amplios recursos estilíticos y narrativos y la inteligencia y lucidez con que encara la narración de todo su proceso mental. Es precisamente esa forma de contar su lucha contra la depresión lo que la convierte para el lector en una historia cercana, identificable, desprovista de tintes trágicos o extraordinarios.

En ‘Yoga’, Carrère narra los años de lucha contra la depresión, una crisis existencial que se desarrolló durante casi cuatro años, a partir de 2015.

«Intenté escribir un librito risueño y sutil sobre el yoga, afronté cosas tan poco risueñas y sutiles como el terrorismo yihadista y la crisis de los refugiados, me sumergí en una depresión melancólica tan grande que tuvieron que internarme cuatro meses en el hospital Sainte-Anne». Así es elcomienzo de ‘Yoga’, escrito todo el en primera persona. Una mañana de enero de 2015 el autor decide ingresar en un centro se de meditación, con otras personas en busca de espiritualidad. Serían diez días de meditación intensiva que debían conducir a una gran limpieza mental.

Sin embargo, en el segundo día de estancia en el centro y pese al aislamiento que este impone sobre su entorno, conoce la tragedia del ataque terrorista a la revista Charlie Hebdo, donde murió uno de sus amigos, Bernard Maris, algo que le impacta dolorosamente.

Las prácticas en el centro de cura, denominado Vipassana son la meditación, durante diez días y diez horas al día, en silencio, aislados de todo. Pero esta obligación de silencio, el aislamiento, una alimentación insuficiente debilitan las defensas de los participantes y «los transforman en zombis».

Con ello el autor solo consigue agravar su situación; hay un gradual descenso a los infiernos, un asomarse al abismo que lleva a que Emmanuel Carrère se hunda un poco más cada día en la depresión. Vuelve a su apartamento en el Faubourg Poissonnière, del que nunca sale. El hombre se ha convertido en una sombra de sí mismo y es rescatado por su hermana asumirá la responsabilidad de enviarlo a Saint-Anne, para tratar de curarlo.

El resultado, como describe la propia editorial, es una descarnada expresión de las flaquezas y los tormentos humanos, una inmersión en los abismos personales a través de la escritura. El libro, que ha generado polémica, por las réplicas ofrecidas por su ex mujer, no deja a nadie indiferente.