Novela

La Irlanda «tierna y salvaje» de Edna O’Brien

Editorial Lumen recupera ‘Madre Irlanda’ donde Edna O’Brien plasmó su relación de complicado amor a su tierra natal en siete ensayos escritos con su prosa lírica y sensual que suponen una memoria de su infancia y juventud y una meditación sobre esa tierra tierna y salvaje que es la suya

Edna O‘Brien

Edna O‘Brien / L. O.

Francisco Millet Alcoba

Edna O’Brien creció en la asfixiante atmósfera del nacionalcatolicismo irlandés de los años cuarenta; su primera novela, ‘Las chicas de campo’, conmocionó a esa Irlanda rural y recalcitrantemente católica. A raíz de su publicación, O’Brien fue señalada como enemiga de Irlanda por la Iglesia Católica, el párroco de la iglesia de Tuamgraney, donde nacio Edna, quemó publicamente los pocos ejemplares que pudo encontrar.

O’Brien se mudó a Londres, pero Irlanda, esa tierra de mitos, cstumbres ancestrales y de belleza extrema, viajó con ella. Años después, en 1976 plasmó esa relación de amor odio a su tierra en ‘Madre Irlanda’, con siete ensayos tejidos con las herramientas del amor a su tierra de infancia y su voz lírica y sensual.

Es buen volver a recordar el alcance del dominio irlandés de la literatura en inglés durante el siglo XX. Resulta asombroso que de un país de su tamaño, salieran en tan corto tiempo escritores de la talla de Yeats, James Joyce, Bernard Shaw, Oscar Wilde, Samuel Beckett, Sean O’Casey, Flann O’Brien, Seamus Heaney o Willian Trevor. De este dominio participa también y contribuye a su gradeza la propia Edna O’Brien. Es correcto ver a O’Brien en esta herencia, y es parte integral de ella. A lo largo de las décadas de 1980 y 1990,dio al mundo de gran calado que establecieron su genio.

‘Madre Irlanda, que ahora reeditala editorial Lumen, es tanto una memoria de su juventud como una meditación sobre el hechizo que la nación isleña lanza sobre sus hijos.

Hay mucho éxtasis, mucha vergüenza, mucho humor y mucha escritura hermosa en la ‘Madre Irlanda’, producto del complicado amor de O’Brien por su tierra natal.

Con su voz lírica y sensual, la autora describe cómo creció en la zona rural del condado de Clare, desde sus días en una escuela conventual hasta su primer beso y su mudanza, primero a Dublín y después a Londres. Tejiendo su propia historia personal con la de Irlanda, fusiona sin esfuerzo las costumbres locales y la tradición antigua con las personas y eventos fascinantes que dieron forma a su joven vida. El resultado es una narrativa colorida y atemporal que captura a la perfección el corazón y el alma de este país de hermosa belleza.

La infancia de O’Brien estuvo definida por una intensa relación con su madre, mujer autoritaria, pero de espíritu abierto tras haber vivido en EE.UU., quien mantenía una paz precaria en un hogar, mientras su padre era «un borracho» que se jugaba el dinero de la familia. La joven Edna se dirigía a los campos circundantes para escribir, y su primera experiencia sexual fue, como recuerda, en un apartadero, junto a una puerta galvanizada.

Ella describe su vida de infancia y adolescencia como «a la vez hermosa y aterradora, tierna y salvaje». Y esa es la imagen que O’Brien proyecta en ‘Madre Irlanda’ de su tierra natal, una tierra tierna y salvaje.

Madre Irlanda

Edna O’Brien

Tradución: Regina López

Editorial: Lumen

Precio: 18,90€