Emilia Pardo Bazán, en aguas modernistas

La editorial Nocturna ha querido conmemorar el centenario de la muerte de doña Emilia Pardo Bazán (1851-1921) con la publicación de ‘La sirena negra’, una redonda novela de 1908 en la que la autora da un claro cambio de rumbo para abandonar el naturalismo, que tanto se encargó de publicitar en España, y embarcarse en las sugerentes aguas modernistas.

El tiempo se ha encargado de poner en su sitio a la escritora coruñesa, asaeteada durante décadas por compañeros de vocación como José María de Pereda y sobre todo, por Leopoldo Alas, ‘Clarín’, que siempre miró con desdén a la mujer que se atrevió a adentrarse en el varonil coto de la escritura.

En ‘La sirena negra’ doña Emilia vuelve a poner en solfa los convencionalismos sociales con una trama protagonizada por un ‘bon vivant’ que hace justo lo contrario que se espera de un respetable tarambana.

En la novela soplan a veces fascinantes ecos proustianos y está perlada de hermosísimas descripciones dignas de Rubén Darío o Salvador Rueda, con el telón de fondo de la ‘sirena negra’, la acuosa figura de la muerte, muy presente en sus páginas. Quienes crean que Pardo Bazán fue autora de una sola obra (‘Los pazos de Ulloa’) deberían leer esta novela.