Editorial Anagrama

Los necios se conjuran de nuevo

Jean Echenoz presenta a Gérard Fulmard, pariente literario lejano de Ignatius Reilly y François Pignon, con una meta de reciclaje personal frente a políticos de reciclaje imposible

Jean Echenoz

Jean Echenoz

Santiago Ortiz Lerín

Ser «la mayor esperanza de las letras francesas», como le dijeron a Jean Echenoz cuando recibió el Premio Gutenberg en el «Salon du Livre de París», hace treinta y un años, debe ser una sensación como quien recibe un espaldarazo o a quien entregan lo que supone una pesada losa para un escritor de cualquier literatura, pero a Echenoz no parece haberle perjudicado, en Anagrama ha publicado trece novelas y en 2018 fue estrella invitada del festival literario ‘Málaga 451’. A finales de este verano Anagrama publicó su novela ‘Vida de Gérard Fulmard’ donde, del modo que dijo hace unos años sobre su manera de escribir, se trasluce su juego en el límite de la verosimilitud como algo natural. En el protagonista, Gérard Fulmard, hay algo que recuerda a Ignatius Reilly de la novela ‘La conjura de los necios’ de John Kennedy Toole, y también a François Pignon de la famosa película francesa ‘La cena de los idiotas’, es decir, hay algo de caricatura en su novela, al fin y al cabo, se desarrolla en clave de un cierto sentido del humor.

La historia se desenvuelve en un barrio acomodado de París donde el protagonista, al que podríamos definir como un friqui, ha sido despedido de una compañía aérea por motivos poco claros, lo cual provoca que deba acudir al psiquiatra. En su reciclaje personal monta una agencia de detectives sin éxito y para la que no tiene ningún talento, pero que, como caído del cielo, le llega el caso de un secuestro relacionado con un partido político, es decir, Fulmard no es el teniente Colombo, sino más bien un tipo con pocas luces.

La novela se vertebra en dos tramas paralelas, de un lado las miserias de Fulmard, que él mismo relata, y de otro la de estos políticos, para lo que el autor recurre a un segundo narrador impersonal.

Los necios se conjuran de nuevo

Los necios se conjuran de nuevo / Santiago Ortiz Lerín

Echenoz caracteriza la novela por desarrollarla con un estilo indirecto, y hay un momento en que confluyen ambas tramas a través de Bardot, el psiquiatra de Fulmard, y que, a pesar de su indiferencia en la consulta, está vinculado con esos políticos y es quien le lleva hasta ellos. Del mismo modo que la frivolidad de estos cause rechazo en el lector, la estupidez de Fulmard produce proximidad, quizá porque tener problemas y meter la pata en algún momento esté más al alcance de cualquiera que el alto standing de los políticos de esta historia, bastante satírica, además, con el funcionamiento interno de los partidos y las ambiciones individuales de quiénes los componen.