Novela

La memoria familiar como vínculo universal

‘Las formas del querer,’ merecedor del Premio Nadal 2022, retrata la intrahistoria de nuestro país desde el amor vencedor y vencido que se procura una familia a lo largo de varias generaciones

Inés Martín Rodrigo.

Inés Martín Rodrigo. / Lucía Faraig

Francis Mármol

‘Las formas de querer’ es una novela que atraviesa la historia no tan reciente de España desde los recuerdos familiares de una mujer vencida por las circunstancias y en la que subyace el alegato de la supervivencia femenina en este país. Noray, que así se llama la protagonista, ha escrito en una novela lo vivido desde sus abuelos hasta ella pero está en una cama de hospital, sobrepasada por algo parecido a la levedad del ser kunderiana. Alguien que la ama pese a todo está al pie de sus dolencias leyendo esta narración que ella ha dejado como testamento prematuro tras la muerte al alimón de sus dos abuelos, hallados sin vida en la misma cama, en el pueblo donde comienza todo.

Hundida por cierto existencialismo nietzscheano, por un eterno retorno doloroso de episodios dramáticos en su clan, esta protagonista que también parece salir de una nada laforetiana traza con detalle la intrahistoria de una familia concreta de clase baja que llega a media, de un espacio concreto alrededor del centro peninsular y un tiempo exacto desde la Guerra Civil a nuestros días que se convierte sin remedio en nuestra propia cuita, nuestro propia historia. Y duele.

Sorprende que un relato que comparte con miles de españoles las visicitudes de nuestros abuelos en la fatricida guerra y que pasa de manera tan evidente por episodios previsibles de la historia como el terror de ETA o el golpe de estado del 23F nos siga zarandeando y hasta provocando la lágrima por el mero hecho de hurgar en la herida que todos tenemos en nuestro adeene. Y que ella también ha heredado desde la transmisión oral al borde de la mesa camilla. Retrata bien los momentos.

Inés Martín Rodrigo se ayuda de esta narración para enseñarnos ramalazos de su biográfico ramaje genealógico y apoyarse en su escuela periodística en un flujo de los acontecimientos rítmico y lleno de sobresaltos, con los que el lector no puede pararse a pensar demasiado y sí a recoger el recorrido sinuoso por los hechos que sobre todo tienen de personajes principales a unas mujeres heróicas, que pasan por la tuberculosis de posguerra, viven ufanas como lesbianas durante el Franquismo, que aguantan infidelidades de sus maridos, que los siguen al fin del mundo o que los recogen curdos de la cantina o la timba.

Es también un homenaje a la superación de las mismas mujeres que decidieron estudiar por el mero hecho de realizarse, que defendieron sus amores contra montescos y que salieron escaldadas de mil y una historias de arrojo pasional. Y siendo todo eso, las mujeres más actuales presentan más sombras que las anteriores y en ese alejamiento de cierto maniqueismo se convierten en más creíbles, en menos alegato feminista, y aparece la pareja actual contemporánea que en nada se parece ya a la de los abuelos y es un cúmulo de matices grises de personajes que quizá no saben muy bien lo que quieren sentimentalmente.

Pese a esto, no es menos interesante el trato bondadoso con algunos hombres que soportaron la cainita historia del siglo pasado y que se deslomaron para trabajar y trabajar hasta sacar adelante a una generación que se olvidara del odio y prosperará a su costa.

Martín Rodrigo no hace alarde literario alguno y desde lo sosegado de su narradora inconsciente en el hospital resucita pausadas las mil y una historias de una familia que tiene en otras sagas sus casi cien años de soledad también, en un Comala propio que se asoma con sus episodios surrealistas por mil anécdotas que cualquiera que haya tomado el pulso al interior ibérico sabe que no son tan disparatadas, por muchos optalidones que se tomaran entonces, y ahora con otros nombres, para salvar la cruda realidad rural.

Las formas del querer

  • Inés Martín Rodrigo
  • Editorial: Destino
  • Precio: 20,90 €

Este Premio Nadal 2022 es sin duda un vademécum de cuantas formas de procurar amor puedan pensarse, hasta de las del mal querer, si bien la verdadera fórmula del amor reside de forma más pura y valiosa en la pareja de ancianos que mueren a la vez, como en aquella de Haneke, para sentenciar que el gran amor vence incluso a la muerte.

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