Una búsqueda del edén durante la pandemia

Ha pasado un siglo desde que el millonario estadounidense Lawrence Perin comprase en Ronda la Casa del Rey Moro, creyendo este haber descubierto una nueva Alhambra. Fue, entonces, cuando el paisajista francés Jean Claude Nicolas Forestier proyectó sus jardines, como había hecho, además, con el Parque de María Luisa en Sevilla. En la novela que este año ha galardonado Alfaguara, con la XXV edición de su premio literario, se cita al también paisajista Gilles Clément y que un jardín pretende ser lo más parecido al paraíso, una concepción edénica de los jardines como el mítico Generalife en nuestro país, donde el concepto paradisíaco se pierde en la memoria de los tiempos desde los Jardines Colgantes de Babilonia, o en diferentes culturas como en los jardines persas o japoneses.

Tras dos años desde el confinamiento por la pandemia de 2020, la literatura ha logrado convertir este fatalismo en el contexto de una obra galardonada con un gran premio a través de ‘El tercer paraíso’ de Cristian Alarcón, periodista, entre otras publicaciones, del diario Clarín de Buenos Aires, y profesor de la Universidad de La Plata. Esta es su primera novela, aunque no su primera obra, con anterioridad había publicado algunos ensayos de carácter periodístico. El autor, que nació en Chile a comienzos de los años setenta, reside en Argentina desde la infancia, cuando se produjo el golpe de Estado de Pinochet, y que en su novela refiere anecdóticamente las figuras del ex presidente chileno Salvador Allende y el Premio Nobel de Literatura Pablo Neruda.

Gilles Clément en su ‘Manifiesto del tercer paisaje’ expresa un concepto paisajista que busca la diversidad en las ciudades, y es con ello con lo que Cristian Alarcón juega para construir metafóricamente el título de su novela.

Con un característico estilo narrativo el autor combina diferentes tramas, por un lado, la historia de los antepasados del protagonista, y por otro, su vida personal durante la pandemia. Ambas tramas confluyen a través de la pasión familiar por la botánica, que el autor utiliza como nexo para desarrollar la historia, y donde aúna, además de la situación que ocasionó el Covid la orientación sexual del protagonista, y la extraordinaria figura de Alexander von Humboldt en su viaje por Sudamérica redescubriendo la exuberante naturaleza del continente.

El autor usa un discurso narrativo con capítulos o recuerdos breves, que el lector acepta con facilidad

El narrador, que es el mismo protagonista, nos cuenta sus vivencias personales y recuerda las de sus antepasados mediante flashbacks intercalados en capítulos cortos. El autor utiliza un discurso narrativo donde los capítulos son escenas o recuerdos breves. El lector acepta con facilidad el ritmo narrativo que se le propone y la voz del narrador que, por otro lado, es como si se tratase de anotaciones en un diario.

Formalmente la historia comienza a las afueras de Buenos Aires, cuando el protagonista adquiere un container en un terreno rústico para reacondicionarlo como cabaña donde refugiarse y escribir durante la pandemia, pero la estructura temporal es mediante flashbacks, es decir, la historia comenzó con sus abuelos en otro país del otro lado de la cordillera de los Andes, en Chile, y es por ello la interpolación de tramas, y que produce la sensación de una novela coral o, podríamos decir, la tradición de algunas novelas latinoamericanas donde se abarcan diferentes generaciones de personajes, sin ir más lejos en el propio Chile con la famosa novela ‘La casa de los espíritus’ de Isabel Allende.

Desde la primera generación de los abuelos del protagonista en un pueblo chileno, el narrador relata una vida dura y con una relación donde las mujeres han recibido malos tratos, pero a su vez es en ellas donde recae el pilar familiar, y cómo esto ese trasmite de una generación a otra como algo maldito por el abuelo, que es alcohólico, hasta que esa transmisión se rompe con el protagonista, que emigra de niño con sus padres a la vecina Argentina y donde, a pesar de vivir situaciones duras durante en la infancia por ser homosexual, acaba teniendo una relación familiar más sana con su hijo. En este contexto el protagonista refiere a Humboldt, no solo por su pasión botánica, sino también por la orientación sexual de ambos.

La novela refleja un fenómeno que sucedió a raíz del confinamiento de la pandemia, y es que después de varios meses encerrados en pisos o pequeños apartamentos muchas personas quisieron vivir en casas con jardín para escapar del encierro en cuatro paredes. Esa situación provoca que el protagonista quiera crear su paraíso en su jardín ayudado por sus vecinos. A veces hay jardines que logran producir una paz anímica en las personas, un ejemplo es lo que lograron en Benalmádena con su Parque de La Paloma.

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