Diario de lecturas

Volver a las lecturas del estío con décadas de retraso

Volver a las lecturas del estío  con décadas de retraso

Volver a las lecturas del estío con décadas de retraso

José Luis G. Gómez

Tú quieres ir por donde quieres y la vida te lleva por donde le da la gana, o como se supone que dijo John Lennon: «La vida es eso que sucede mientras nosotros nos ocupamos de otra cosa». Yo quería leer este verano a Andrea Camilleri, y resulta que me encuentro una noche de martes viendo un episodio de la serie de televisión que adapta sus historias del comisario Montalbano. Y ni tan siquiera me parece mal. Tampoco me inquieta que desde hace unos días haya comenzado a leer ‘Dune’ (1965), de Frank Herbert (1920-1986). Se trata de una deuda que tengo con mi adolescencia, porque esta novela es una de esas lecturas de piscina que en mis veranos de juventud solían pasar de unos a otros en mi pandilla, pero yo siempre renunciaba en favor de mis tebeos –y por supuesto de las aventuras del Sherlock Holmes de Conan Doyle-. También era habitual ver sobre las toallas ejemplares de misterios de Agatha Christie, algunos bestsellers de temporada y, cómo no, los tostones de J. R. R. Tolkien. Aunque lo que recuerdo con más cariño son las tonterías del ‘Muy Interesante’, en particular la página de Asimov, y las pillerías escandalosas del ‘Nuevo Vale’, cómo olvidar su consultorio sentimental y la absurda y falsa correspondencia. Vistas con distancia, aquellas lecturas de piscina no eran tan malas, y supongo que soy el lector que soy también gracias a ellas.

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