Diario de lecturas
Preguntas, respuestas y un premio desierto
José Luis G. Gómez
Anagrama ha declarado desierta la 40 edición del premio Herralde. Al jurado no le ha convencido ninguna de las obras que ha recibido este año, y por primera vez han dicho que nada, que lo dejan para el año que viene -ojalá está no sea ya la práctica habitual en la editorial catalana, porque en enero pasado también dejaron desierta la edición de este año del premio de narrativa en catalán-.¿Están recortando costes en Anagrama? No lo creo, así que la cuestión es más complicada: ¿nadie envió una novela digna a uno de los galardones más prestigiosos de nuestras letras? Parece que la respuesta es que sí, que lo que recibieron no valía el papel que tenían que gastar para imprimirlo -y recordemos que el papel está por las nubes, que no es cosa de desperdiciarlo en cualquier cosa-. ¿Será este un caso de si ves las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remojar? Espero que no, pero estaré atento a los premios que aún quedan por otorgar. Porque cuando se abre la Caja de Pandora todo puede suceder. Tantas preguntas y tan pocas respuestas. Lo que no se suspende casi nunca son las muchas presentaciones de libros, y como siempre hay de todo: multitudinarias y vacías. ¿Cuál es la proporción? Otra pregunta de difícil respuesta, porque quién quiere airear que ha pinchado. Bueno, me pongo a leer y dejo las preguntas para otra semana.
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