Litoral: poesía a vista de pájaro

Si un pájaro te dice que estás loco, debes estarlo, porque los pájaros no hablan. Esta frase atribuida a Confucio, esconde algunas verdades. «Pero ¿qué otra cosa te puede decir un pájaro cuando estas haciendo una revista de poesía?», se pregunta Lorenzo Saval, director de la mítica revista Litoral que en su último número ‘Aves’ alza el vuelo para mirar como los pájaros que son los como los ojos del cielo o, como diría Juan Ramón Jiménez cuando se preguntaba: «Los pájaros, ¿Qué son sino poetas?»

Un poeta ruso (¿quién puede tener más alma de poeta que un ruso?), Yevgeny Yevtushenko abre e ilumina las páginas de este número de Litoral con el poema que sirve de guía al resto de sus páginas: «La poesía es como un pájaro, ignora todas las fronteras».

En sus páginas, unos y otros, poetas y aves, aves y poetas nos hablan de la poesía vista y sentida desde el cielo y de su naturaleza. De eso nos habla Pedro Salina, de la naturaleza de las aves.

José Bergamín, Fernando Pessoa o Yevgeny Yevtushenko, nos instruirán sobre el arte de volar. Baudelaire, Rubén Darío, Edgar Alan Poe o Bercker nos harán soñar sobre aves inmortales. Emily Dickinson o Gloria Fuertes sobre jardines de pájaros.

Hay todo un avecedario que recorre este Litoral y se inicia con el águila a quien cantó Vicente Aleixandre, sigue por el búho, el canario el flamenco, la gaviota, la paloma y una hermosa lista que termina con los vencejos y el zorzal, que canta José Luis Vega.

De los pájaros, como banda sonora del espacio, nos hablan Vicente Huidobro o José Manuel Caballero Bonald. Neruda, Aurora Luque o Rafael Pérez Estrada se detienen en contemplar la rara avis mientras que de esos otros pájaros de papel nos hablan Federico García Lorca o Jorge Eduardo Eielson.

Y, en fin, sobre ese último vuelo que todos emprenderemos un día, nos hablan José Watanabe o Francisco Díaz de Castro.

Hay otras perspectivas, también de naturaleza voladora, como la del naturalista Joaquín Araújo, que en su texto ‘Arte que rema en el viento’ aborda ese apareamiento simbólico e íntimo entre poesía y naturaleza.

De lamano de otros poetas volamos en un recorrido por la anatomía de las aves como los ojos, (Jesús Aguado); los picos, (José Luis Parra); las plumas (Luis Cernuda); o las alas (Juan Ramón Jiménez); también sobres sus hábitas y costumbres, sus nidos (Jacobo Cortines); sus huellas (Juan Manuel Villalba), o sus hermosos posados.

Poesía en movimiento, poesía a cielo abierto, en vuelo libre.

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