Novela

Leila Slimani: bailar por los sueños perdidos

Slimani, una de las nuevas y exitosas voces de las letras francesas, narra en ‘Miradnos bailar’ los intentos fallidos de los marroquíes por llevar al país a la senda del progreso y la modernidad

Leila Slimani.

Leila Slimani. / Catherine Helie

Medhi, aquel joven marroquí, apodado Karl Marx por sus ideas de hacer de Marruecos un país moderno y de justicia social; que luego -siendo ya un ejecutivo del régimen- había renunciado a ellas a cambio de una vida personal de confort burgués; que había sido cómplice de los que se enriquecían con la corrupción; se encuentra treinta años después reflexionando tras los barrotes de la cárcel, y esa reflexión encierra todo el sentido de la novela. Madhi lamentaba no haber escogido otra vida y haber traicionado sus sueños y en el fondo pensaba que «no éramos dignos de ser felices», pues «no se puede vivir como un cobarde y ser feliz».

Es la frustrante historia del Marruecos de los años setenta, aquel que tras lograr la independencia en 1956 soñaba -soñaban sus habitantes- con ser el país más moderno del norte de África, al estilo de la Francia que les había colonizado durante años. Pero sus dirigentes, comenzando por el Rey, boicotearon ese sueño. Solo ellos, la elite, tendría una buena vida, los demás, el pueblo, se debían conformar con verlos bailar. 

Ese es el sentido del título de la última novela de Leila Slimani en España: ‘Miradnos bailar’, que publica la editorial Cabaret Voltaire. ‘Miradnos bailar’ es la segunda novela de una trilogía que comenzó con ‘Guerra, guerra, guerra’ y culminará con ‘El país de los otros’, en la que Slimani transita por la historia reciente de Marruecos a través de una familia, los Belhach, con ciertos tintes autobiográficos.

Slimani, nacida en Rabat y residente en París, irrumpió con fuerza en 2014 en la literatura francesa con ‘Dans le jardin de l’ogre’ y con su segundo relato, ‘Chanson douce’ (Canción dulce) se alzó con el Premio Goncourt, el mas importante de las letras francesas. 

Fue en 2020 cuando concibió la idea de contar la historia reciente de Marruecos en tres novelas publicando ‘Guerra, guerra, guerra’, a la que ha seguido ‘Miradnos bailar’.

En ‘Guerra, guerra, guerra’, Slimani narra los años previos a la independencia con el despertar nacionalista marroquí y las luchas tras bambalinas contra el poder colonial francés.

En ‘Miradnos bailar’, a las puertas de Mayo del 68, tras más de diez años de independencia Silmani nos descubre un país que aún lucha por encontrar su propio camino, un Marruecos atrapado entre su deseo de emancipación, la rigidez y represión del poder real y un mundo en plena revolución social. 

En ‘Míradnos bailar, Leila Slimani elige describir su historia a partir de la evolución de la familia Belhach, Amin y Mathilde y más particularmente de sus hijos, Aicha y Salim. Ellos configuran las fuerzas en conflicto. Amin, el padre, convertido en un próspero hombre de negocios gracias a su tesón y esfuerzo y su mujer, mitad alsaciana, mitad marroquí, ambos apegados al Marruecos más tradicional que rechaza los aires de modernidad del colonialismo francés.  

Pero los hijos, Aicha y Salim, sin saber aun muy bien qué quieren, rechazan en cambio todo ese mundo árabe que consideran atrasado. Aicha, estudiante brillante, marcha a Estrasburgo a estudiar Medicina. En su primer regreso, al llegar al aeropuerto con su melena a lo Françoise Hardy, su minifalda y botas, su padre la confundió con una turista, no la reconoció y le reprochó: «Qué significa esas pintas que llevas. Esto no es Francia».

Mientras el otro hijo, Salim, un adolescente descontento con el mundo que le rodea, acaba arrastrado por unos alemanes a la colonia hippie de Esauira. Allí conoció el amor libre, su nueva visión de un mundo en el que nadie pertenecía a nadie, en el que los hombres no poseían a la mujeres ni existían promesas de fidelidad. Presenció la llegada a la colonia del mítico Jimi Hendrix y de allí dio el salto a Estados Unidos. 

La segunda parte se inicia con una frase elocuente de Milan Kundera: «La fiesta se ha acabado. Ingresábamos en el día a día de la humillación» .

El poder que reprime sangrientamente las manifestaciones de sus estudiantes. Lo hace a través de Omar, hermano de Amin, que después de luchar por la independencia, contra los franceses, se había convertido en uno de los más sanguinarios jefes de la policía marroquí. Solitario y ajeno al soborno y la corrupción, era despiadado en su trabajo de represión.

La corrupción institucional campaba por sus fueros, pero el rey declaraba: «La integridad moral es la clave del éxito». Y el país entero se reía.

Llega junio de 1971 y el intento de golpe de estado contra Hassan II de una parte de los militares. El golpe se ejecutaba aprovechando la fiesta de cumpleaños del rey. Pero fracasa y los ciudadanos deberán presenciar por la televisión el fusilamiento de los militares participantes. Como dijo Kundera, con aquel acto sangriento, la fiesta se había acabado y los sueños de modernidad de los marroquíes aplastado por las botas de los soldados del rey.

Solo una buena escritora como Leila Slimani sabe adentrarse con éxito en la complejidad de un país en transformación. ‘Miradnos bailar’ es una novela hermosa, llena de vida, donde la doble trama: la familiar y la político-social se mezclan sabiamente para dar intensidad y profundidad a la narración.

Slimani describe el renacimiento de una nación desde los restos de la colonización, con sus disonancias, sus tensiones y sus esperanzas y lo hace con enorme brillantez, con una visión social y literaria sólo posible gracias a su talento narrativo, todo con un lenguaje preciocista y bello, preciso y sensual, que a veces -cuando toca-es cruel, y otras veces sensible, pero que siempre resulta admirable. 

Detalle de la portada de 'Miradnos bailar'

Detalle de la portada de 'Miradnos bailar' / L. O.

Miradnos bailar 

Autora: Leila Slimani

Editorial: Cabaret Voltaire 

Traducción: Malika Embarek  

Precio: 22,75 € 

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