Josep Pla: un periodista anda suelto por Alemania

Josep Pla no siempre fue ese viejo socarrón refugiado en una masía de Palafrugell desde la que ejercía de guía de cierto catalanismo y de la toda la vida cultural de la Cataluña más oficial. Antes de ser esa figura a la que rechazar o abrazar, pero que no podías obviar, Josep Pla fue un joven periodista que recorrió Europa para contársela a los catalanes de su tiempo. Así, ese joven Pla, de apenas 26 años, residió durante unos meses en Alemania y se movió por el país, desde la cuenca del Ruhr, entonces ocupada por tropas francesas y belgas, a la católica Baviera y la capital Berlín. Todo eso es lo que recoge ‘La inflación alemana’ (Destino, 2023), un volumen que llega a las librerías de forma muy oportuna y que cuenta con un revelador prólogo de Josep M. Fradera.

«Los artículos son puro Pla: observa, se mueve, lee, escucha y habla con mucha gente. No abandona nunca el escepticismo y el empirismo que lo caracteriza […] Hace siempre una rotunda defensa de la libertad individual, muestra cierta predilección por los judíos y una moderada sensibilidad hacia los obreros. Pero el impacto principal que recibe aquellos días el joven periodista catalán es el de la inflación alemana, el hecho histórico que probablemente le afectó más a lo largo de su vida. Pla lleva a cabo un esfuerzo insólito por comprender el fenómeno político, económico y social que supone la inflación. El resultado es un ejemplo espléndido del mejor periodismo literario del Pla joven: sintético, interpretativo, a veces lírico o irónico, siempre con un fondo que podríamos calificar de humanístico» explica Xavier Pla, editor de ‘La inflación alemana. Crónicas 1923-1924’, sobre la naturaleza de este volumen, y sirve para justificar el título que ha elegido para el libro.

Si ‘La inflación alemana’ contiene algún misterio es el de su propia existencia, tardía y no debida a su autor, que jamás reunió estos artículos, al contrario de lo que hizo con sus crónicas desde Moscú, que sí llegaron a las librerías en 1925 como ‘Noticias de la URSS (Una encuesta periodística)’. Se ignora el motivo de este abandono, pero de ningún modo puede ser por la falta de valor de las ciento veintitrés piezas que Pla envió a ‘La Publicitat’, y de las que este libro reúne ochenta y ocho, bajo un criterio de cierta unidad temática.

Respecto a la paradoja de que estos artículos quedaran en el olvido de las hemerotecas, siendo la muestra extraordinaria de un trabajo de documentación esforzado y una escritura impecable, se expresa Josep M. Fradera en el prólogo: «Hay una clara diferencia entre los artículos que enviaba Josep Pla desde Alemania para ‘La Publicitat’ -periódico de reciente orientación catalanista y vagamente izquierdista, dirigido entonces por Martí Esteve, y en el que colaboró hasta noviembre de 1928- y una parte importante de la labor correspondiente a épocas posteriores. En aquellos primeros años, cuando Pla no se había ganado aún el prestigio indiscutible del que disfrutaría en el futuro, se percibe un esfuerzo constante de elaboración estilística y de argumentación [...] Años más tarde, artículos y reportajes perdieron la intensidad en los detalles y en la voluntad de construcción de un esquema interpretativo más amplio. Aumentaron las repeticiones condescendientes, la resolución del final con una frase brillante, a veces una banalidad».

«El veranillo de San Martín a orillas del Rin es algo único. Hace sol, un airecillo que corta la cara y, al atardecer, una niebla azulada que se deshilacha entre los árboles. Hemos realizado el viaje Coblenza-Maguncia-Wiesbaden en un día de esos tan maravillosos y nítidos. El tren pasa por el trecho del margen del río más colmado de viñas. Estas viñas son de un color de oro fino, casi transparente, delicado. Nuestra viña de color de oro macizo, de color de oro de vieja catedral no tiene nada que ver con la de este oro del Rin. Nuestra viña pide el cazador de bigote recio, liebre y el chiste grosero de la vendimia. Esta es una viña para señoritas rubias y para escopetas de salón», así comienza uno de los artículos de Pla, y quizá sea una buena muestra de que en el periodismo de Pla siempre tuvo cabida la observación calmada, el detalle lírico pero preciso y cierta sorna elegante. 

Aunque el dinero y el desgarro social de un país son los temas principales de ‘La inflación alemana’, Pla siempre fue más allá de lo se supone que era su propósito. Así, sus libros de viaje son ejercicios de memoria íntima y sus memorias pueden pintar el gran fresco de su tiempo. Por eso, sus lectores siempre volvemos a Pla, porque su relato de una crisis económica puede ser también un viaje por las heridas de Europa, y eso es lo que tenemos en este bienvenido volumen de parte del mejor periodismo español que jamás ha habido.