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Viaje al corazón de las tristezas

Carmen Amoraga indaga en ‘La memoria infiel’ en las heridas que separan a una madre de su hija

Viaje al corazón de las tristezas

Viaje al corazón de las tristezas

Tino Pertierra

«Al final me borró de su agenda, dejó de hablar de mí, olvidó que tuvo una hija, igual que yo olvidé que tuve una madre, hasta que hace un momento ha sonado el móvil y una mujer que no sabe nada de mí me ha dicho que ya no la tengo, que no la tendré. Nunca más». Pues eso: que la vida es muy puñetera cuando le da la gana y pone a la gente al borde de situaciones en modo de (des)espera. Peajes de la existencia. Salomé, protagonista de ‘La memoria infiel’, recibe una llamada de teléfono de las que hacen mucho daño tarde o temprano y casi todo cambia, se produce una mudanza de certezas y creencias que provocan desajustes de cuentas. Salomé significa «que tiene paz» pero la escritora Carmen Amoraga no le va a dar tregua una vez descoloca las piezas sobre el tablero y empieza a trazar jugadas imprevisibles, en cierto modo inesperadas. No es una hija a la que de pronto le dé un vuelco el corazón porque haya perdido a su madre. No lo es porque la relación con ella era inexistente. Rota. Las cenizas no se pueden pegar como si fuera un jarrón caído en desgracia. Pero siempre existe la oportunidad –si se cree en el poder de los fantasmas– de tratar de mantener un diálogo con los que se fueron en busca de respuestas que jueguen a ser explicaciones.

La fértil obra de Amoraga se construye título a título sobre los temblorosos cimientos de las corazonadas indecisas y las relaciones cargadas de temores y confusión, pero también de coraje y esperanza. Y lo hace siempre desde la veracidad de unos personajes muy vivos en estado de alerta roja con sentimientos a flor de hiel.

Aunque le cueste admitirlo (o comprenderlo), Salomé tiene su vida encadenada a la de su madre. Aunque no la hayan compartido. O tal vez por eso, precisamente: los silencios se atraen como polos que se derriten desde la oposición. Amoraga sitúa a su protagonista en una tierra de nadie que es la de todos: dudas, deudas. Miedos a veces reales, a veces solo imaginados. Con el paso del tiempo queda claro que todo se oscurece y que las decepciones propias o ajenas son el pan nuestro de cada día. Y la manera en que se afronta es lo que nos define. El déficit de cariño es una carga de profundidad difícil de soportar. Y más cuando se da entre una madre y una hija: la vida debería erradicar algo que va contra la propia naturaleza de los sentimientos pero no siempre es así. Y Salomé y su madre (tanto montan, desmontan tanto) están condenadas a repetir errores porque, en el fondo, son las dos caras de una misma moneda.

Como si de una Alicia desconcertada se tratara, la protagonista de Carmen Amoraga traspasa un ejemplo donde se refleja ella y se encuentra con quien la trajo al mundo. Dos personajes un tanto inhóspitos, y por lo tanto tan reales. Sinceros en su permanente deseo de no exponerse más que lo justo. Lejos de abonarse a la amargura, Amoraga tiende la mano de la redención, que rima con reconciliación y comprensión.

La memoria infiel

Nombre: La memoria infiel

Autora: Carmen Amoraga

Editorial: Espasa 

Páginas: 296 pp.

Precio: 20,90 €

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