Novela

El barman judío que servía cócteles a Göring y Goebbels

‘El barman del Ritz’ cuenta la historia del barman de este lujoso hotel de París que logró mantener oculta su condición de judío mientras preparaba cócteles a los jefes de la Gestapo

Frank Meier, el barman del hotel Ritz de París.

Frank Meier, el barman del hotel Ritz de París. / L. O.

Junio de 1940, los alemanes han ocupado París. Las calles están vacías, los comercios han echado el cierre, París está sumida en el silencio, la desolación y la muerte. Pero en la Place Vendôme el gran hotel Ritz sigue abierto y se convierte en un referente de lujo y celebraciones para los dignatarios del ejército de ocupación nazi, los altos jefes de la Gestapo, las SS y la Wehrmacht, y allí en el Petit Bar está Frank Meier, el barman del Ritz, famoso por su arte para el cóctel y adulado por los mas famosos bebedores de Europa. El barman sirve sus famosos cócteles a tipos como el mariscal Göring, a Goebbels, a los generales Stülpnagel y Speidel, o a Ernst Jünger. Cualquiera de ellos lo mandaría sin dudar a la muerte si supieran el gran secreto del camarero: su condición de judío que esconde ante todos. El hotel acoge también a otros personajes célebres como Coco Chanel, Sacha Guitry, Arletty y, en menor medida, Cocteau.

Estos son los hilos que urden la trama de ‘El barman del Ritz’, con la que Philippe Collin ha debutado en la novela, de forma espectacular pues al acierto al elegir un tema atractivo y tremendamente sugerente ha unido con cierta maestría la ficción con el escenario y personajes histórico para describir con el dramatismo requerido la historia de la ocupación nazi donde las restricciones de todo tipo y las cartillas de racionamiento que sufrían la mayoría de los parisinos contrastaba con los salones del Ritz , donde el lujo fluía libremente en forma de perfumes, bebidas y platos de restaurante, contraponiendo la elegancia del lugar a la brutalidad de la guerra que lo rodeaba.

Y en el centro la tragedia nunca vislumbrada del barman del hotel que guarda en silencio absoluto la verdad que le llevaría a la muerte en caso de descubrirse.

Franck Meier era un judío austriaco, nacido en el Tirol que emigró a Nueva York a principios del siglo XX, donde aprendió su oficio de barman. Meier después se unió a los aliados durante la Primera Guerra Mundial y tras acabar la contienda se instaló en París donde se naturalizó ciudadano francés y a partir de 1921 comenzó a trabajar en el Ritz, donde consiguió la fama europea gracias a sus excelentes cócteles.

Cuando tras la ocupación de París los jefes militares alemanes ocupan también el Ritz -el único hotel de lujo abierto en la capital francesa- el peso del secreto de la condición de judío del barman se convierte en una carga cada vez más pesada a medida que avanza la guerra y la sombra de los nazis se extiende sobre París. 

Su condición de judío lo coloca durante la ocupación alemana de la capital en una situación peligrosa. Como judío, es vulnerable, y cada día que sirve a un oficial nazi se enfrenta a una lucha interior. Sobre todo porque el mariscal de campo Göring es uno de sus clientes más leales y goza con los cócteles que le prepara el barman que cada día debe esforzarse para mantener su máscara intacta ante uno de los mas sanguinarios jefes de la Gestapo.

Philippe Collin acierta en la exposición gradual de los sentimientos de Frank Meier. La evolución de estos sentimientos permite ver como al principio, Meier intenta mantener las apariencias y adaptarse sin complejos a su papel de barman , con su sonrisa discreta y sus gestos precisos. Pero, a medida que se suceden los acontecimientos, el escritor nos introduce en la fatiga moral, la consternación creciente de Meier ante una situación que es difícil controlar. Detrás de la barra, sirve cócteles con una destreza que da testimonio de su dominio del arte, pero sus pensamientos están en otra parte, atormentados por sus raíces y la amenaza que supone la Ocupación y de que en cualquier momento, por una indiscreción, todo se venga abajo.

El atractivo de la novela es ver como, pese a sus miedos, Frank Meier es un personaje con tintes de heroico porque encarna una forma de resistencia pasiva. A diferencia de otras novelas sobre la Ocupación, ‘El barman del Ritz’ no retrata a héroes tomando las armas o llevando a cabo acciones espectaculares de resistencia frente al enemigo. Aquí la resistencia se desarrolla en las sombras, de forma oculta. Franck Meier, a través de su papel de camarero de élite, encuentra formas discretas de desafiar al ocupante. Servir un cóctel, escuchar conversaciones o simplemente permanecer en su puesto a pesar de su miedo son formas en las que él se resiste a su manera y le ayuden a soportar el miedo y la presión de ser descubierto; Frank Meier es un hombre que encarna la ambigüedad moral de una época marcada por la incertidumbre y la supervivencia.

Más allá de este personaje central, pero unido a su situación, Philippe Collin consigue crear una reconstrucción impresionante de la atmósfera del París ocupado, mezclando hábilmente hechos históricos y ficción. El Ritz, símbolo de la élite parisina, se transformó en residencia de altos oficiales de la Wehrmacht, la Gestapo y las SS. Desde el comienzo de la novela, la tensión es omnipresente entre el esplendor de este prestigioso lugar y la violencia de la guerra que lo rodea, unido al deterioro de la vida cotidiana en la capital francesa.

El barman del Ritz

Autor: Philippe Collin

Editorial: Galaxia Gutenberg

Traducción: Adolfo García Ortega

Páginas: 391

Precio: 21,00 €

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