Editorial Random House

Lobo Antunes: Como entrar en una noche oscura

El más importante novelista portugués vivo, candidato eterno al Nobel, António Lobo Antunes, vuelve a bucear en lo más profundo y oscuro del alma humana en ‘La última puerta antes de la noche’, en la que indaga, a través de complejos monólogos interiores, en la eterna dicotomía entre el bien y el mal

Antonio Lobo Antunes

Antonio Lobo Antunes / L.O.

Juan Gaitán

Juan Gaitán

Dice Borges en un pequeño ensayo: «La belleza es un accidente de la literatura; depende de la simpatía o antipatía de las palabras manejadas por el escritor y no está vinculada a la eternidad». El título del ensayo es ‘La fruición literaria’. La palabra «fruición» proviene del latín, del verbo frui, que significa «disfrutar» o «gozar» . Describe una satisfacción profunda, un goce intenso y absoluto, que se experimenta al poseer o contemplar algo, ya sea material o inmaterial. Va más allá de un simple placer superficial, porque implica una profunda conexión emocional y una apreciación completa del objeto de la fruición. Fue un concepto muy usado por los escritores del Siglo de Oro, especialmente por los culteranos, que se recreaban en «ocultar» el poema de tal manera que quien lograra descifrarlo sentiría, sin duda, un goce que iría más allá del simple placer superficial, o sea, la fruición. Lo que sucede, en estos casos, es que muchos abandonarán la lectura antes de alcanzar su comprensión y, por tanto, quedarán muy, muy lejos de ese goce tan intenso, y en cambio abominarán de la obra por difícil e incomprensible.

Si hay un autor contemporáneo a quien se puede leer con verdadera fruición es el portugués António Lobo Antunes. Cierto es que, probablemente, sea el autor más difícil, el que más rechazo puede producir si no se adentra uno armado de paciencia. ‘No entres tan deprisa en esa noche oscura’ es el título de una de sus mejores novelas y casi sirve como manual de instrucciones para abordar cualquier obra de Lobo Antunes: No se debe entrar deprisa y, sin duda, uno debe saber que se adentra en una noche en la que, al principio, apenas ve nada.

La última novela publicada en España de este inmenso autor, candidato perpetuo al Nobel (no sé a qué espera la Academia Sueca, la verdad) se titula ‘La última puerta antes de la noche’. La obra nos introduce en un relato que, como suele ser habitual en este autor, resulta turbador y fascinante al mismo tiempo.

Lobo Antunes, psiquiatra de profesión, gusta de explorar las profundidades de la mente humana. En esta ocasión lo hace recreando un crimen que conmocionó a la sociedad portuguesa, perpetrado por cinco hombres que asesinaron a otro delante de su hija pequeña.

Utilizando una estructura que recuerda a ‘El ruido y la furia’ de Faulkner, empleando el monólogo interior de cada uno de los personajes, de cada uno de los asesinos, nos vamos adentrando, con ese fluir del pensamiento tan característico de este autor, en sus psiques, sus recuerdos, sus obsesiones. Todo ello, claro, interrumpiéndose, mezclándose, confundiéndose las diferentes líneas de pensamiento, lo que, como decíamos antes, dificulta extremadamente la lectura pero, al mismo tiempo, la convierte en un supremo gozo cuando logramos asumir el modo, interiorizarlo y empezar a comprender.

Así, a medida que vamos logrando desentrañar los motivos de cada uno, sus traumas, el caos de sus vidas, la novela se transforma en una profunda reflexión sobre la depravación, la culpa, la conciencia y la ignominia.

La novela no hubiera pasado de ser un ‘true crime’ de esos que ahora están muy de moda si se hubiera quedado en la superficie, en el horrendo asesinato de un hombre a quien secuestran, apalean hasta matarlo y luego disuelven su cuerpo en ácido, arrojando lo que queda a un río. Pero Lobo Antunes no podía quedarse ahí, no sería él. Lo que realmente le interesa a este prodigioso escritor es la exploración de los traumas personales de los personajes, cuyas vidas, lo iremos sabiendo a través de sus miedos, sus motivaciones y sus traumas, están entrelazadas. Para explicárnoslo, Lobo Antunes profundiza en los recovecos más oscuros de sus conciencias, desvelando cómo sus pasados condicionan sus presentes y sus acciones.

Descubrirá el lector que, como es frecuente en este escritor, lo que realmente le importa es la naturaleza humana, en este caso su parte más oscura. A través de su estilo inconfundible cada personaje es explorado hasta el último detalle, presentando sus acciones como el reflejo final de sus traumas, obsesiones y conflictos internos, y no como meros actos de maldad.

Para hacer esto es preciso jugar con el tiempo. Los personajes piensan sobre los hechos ocurridos y los contrastan, los miden, los alinean con hechos de su pasado, especialmente los momentos más vulnerables de su infancia y su adolescencia. En esta ausencia de una línea temporal estricta, el lector acabará inmerso en uno de esos temas esenciales de la literatura, esos en los que se basan las obras inmortales, la lucha entre el bien y el mal. A lo largo de la novela los personajes se irán enfrentando a sus propias oscuridades, en cómo estas influyeron en los hechos que cometieron.

Personajes complejos en un relato introspectivo, carente de confrontación entre ellos. Todo desde el monólogo interior, desde el pensamiento de cada uno. Cinco personajes buscando el porqué de sus actos.

En literatura se dice que hay cuatro espacios para cantar: las cavernas, la tierra, el aire y el paraíso. La mayoría canta a la tierra, unos pocos lo hacen al aire y al paraíso, pero son menos aún los que se atreven a entrar en las cavernas.

La última puerta antes de la noche

  • António Lobo Antunes
  • Editorial: Random House
  • Traducción: Antonio Sáez Delgado 
  • Precio: 23,65 €
  • 456pp. 
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