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Novela

Novelar la Guerra Civil con emoción y consistencia

Rafael Maldonado publica la brillante ‘Bárbara Gunz’, su mejor novela hasta la fecha, a caballo entre los años bélicos y la década de los 50

Rafael Maldonado.

Rafael Maldonado. / La Opinión

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Resulta llamativo que dos escritores casi de la misma generación como el jiennense David Uclés (1990) y el malagueño Rafael Maldonado (1981) se hayan atrevido con el enorme reto de novelar la Guerra Civil española.

Mientras el primero, en ‘La península de las casas vacías’ (Siruela) aplica la exitosa receta de García Márquez en ‘Cien años de soledad’ y sumerge al lector en una piscina llena hasta los topes de realismo mágico, Rafael Maldonado nos ofrece en ‘Bárbara Gunz’, publicada por Confluencias, una novela de corte clásico mucho más consistente, contenida y atractiva.

Por lo demás, los dos autores campean por un territorio propio, siguiendo la estela de William Faulkner y sus admiradores, entre ellos Juan Carlos Onetti y Juan Benet; dos de las principales brújulas literarias de Rafael Maldonado, además del primero.

El escritor malagueño vuelve a su tierra mítica de Majer, enclavada en la provincia de Málaga, para convertirla en escenario de esta ‘Bárbara Gunz’, que es lo mejor que hasta la fecha ha leído el firmante de Rafael Maldonado.

Todo un acierto resulta, para empezar, esa población de Majer en la que el autor se mueve como pez en el agua, de forma que sus calles, plazas, negocios y paisajes conforman otro personaje más de sus novelas, el simbólico trasunto de una España aún convulsionada por las diferencias sociales, las rencillas familiares y las heridas de la guerra.

Página a página a lo largo de su opus narrativo -pues aparece tanto en cuentos como en muchas de sus novelas- el escritor ha logrado que Majer sea tan palpable, atractiva y veraz como Región, Santa María o el condado de Yoknapatawpha.

La trama de ‘Bárbara Gunz’ se mueve a caballo entre el fatídico tiempo de la Guerra Civil, en el Madrid acosado que resiste al invasor y que se muestra cada vez más neurótico con el ‘quintacolumnismo’ y, por otro lado, los años 50, dos décadas después de la lucha fratricida, en una acción que se divide entre Majer y, de nuevo, la capital de España. El protagonista principal es el doctor Mario Suz, al que el encargo de un miliciano le marcará la vida para siempre.

Mucho ha tenido que empaparse Rafael Maldonado de ese periodo fatídico en la Historia de España para no caer ni en tópicos ni en maniqueísmos, y eso que la trama está cruzada por una historia de amor y espionaje, que podía ser terreno fértil para las frases hechas y el ‘déjà vu’ literario.

La Guerra Civil que describe Rafael Maldonado es también una contienda interior; por eso, de estas páginas, por las que desfilan personajes reales como León Felipe, Durruti, Giral o Negrín, lo mejor es la psicología de los personajes, admirablemente desarrollada por el narrador, Guillermo Garcés de Aldana, alter ego del escritor.

Hay además una marca de la casa que el autor despliega muy bien y es la elegancia de su estilo. Es esta una novela que se disfruta mucho por la particular cadencia que el malagueño transmite al escribir, y que le permite intuir cuándo es el momento de una frase concisa, o cuándo toca sacar la paleta de colores para describir un amanecer, la brisa entre los árboles o bien, con tonos grises, la miseria del extrarradio con la pericia de Martín-Santos.

Y si hablamos de paleta de colores, una de las perlas de la obra es el momento proustiano en el que un atribulado doctor Rey, prócer de Majer, sale de la iglesia para comprobar cómo una tromba de agua que disminuye en ferocidad va dejando en el cielo detalles de un cuadro de Fra Angélico.

Como esa tormenta depuradora son las heridas del pasado que tratan de cicatrizar los personajes de esta obra sólida y magníficamente construida, en cuya portada aparece el subyugante retrato de Vivian Leigh, que recuerda a una misteriosa, atractiva y elegante Bárbara Gunz, una mujer que habría encantado a Javier Marías.

Y claro, se nota mucho la profesión-vocación de farmacéutico de Rafael Maldonado, no sólo porque no faltan boticas, sino también por la mirada de profesional de la sanidad que a veces aplica a sus personajes, tan deseosos de sanar de sus traumas.

Bárbara Gunz

Autor: Rafael Maldonado

Editorial: Confluencias

Páginas: 548

Precio: 23,90 €

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