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Novela

Harper Lee: Los inicios vacilantes de una genio

Se publica a nivel mundial ‘La tierra del dulce porvenir’, los cuentos que Harper Lee escribió antes de ‘Matar un ruiseñor’, que estaban inéditos hasta su muerte

Harper Lee.

Harper Lee. / L. O.

El nombre de Harper Lee estará asociado siempre al de gran literatura. Su novela ‘Matar un ruiseñor’ la consagró para los restos como un genio literario. Cuando esto ocurrió la escritora tenía algo más de treinta años. Pero antes, como ocurre con la mayoría de los escritores, la joven Harper Lee fue buscando y perfilando con incertidumbre y con vacilaciones el camino que le permitiese descubrir el genio que llevaba dentro.

De esa década veinteañera son los relatos y ensayos que ahora -como gran acontecimiento mundial-se publican bajo el nombre de ‘La tierra del dulce porvenir’ que en España nos trae Lumen. Sin duda se trata de un acontecimiento literario de orden mundial, no tanto por los relatos en sí sino por llevar la firma de Harper Lee y porque se trata de relatos que habían permanecido ocultos durante décadas y que fueron encontrados en el apartamento neoyorquino de la escritora tras su muerte en 2016, junto a algunas cartas de rechazo editorial. No así los ensayos que si fueron publicados en diversos medios entre 1961 y 2006. Son ocho cuentos y un número igual de relatos que vienen acompañados de una esclarecedora introducción a cargo de la biógrafa de Lee, Casey Cep.

Los ocho relatos datan de los primeros años de la escritora, mucho antes de escribir ‘Matar un ruiseñor’. Son por tanto, como decíamos antes, cuentos de iniciación, incluso de aprendizaje, propios de esos años en los que la escritora está aun buscando su propio lenguaje, su lugar en el mundo literario. No son todavía la expresión más completa de su genio , pero cabe decir que hay genio en ellas. Además no son improvisaciones; Lee pasó siete años escribiendo y revisando estos cuentos.

No son relatos bien cimentados, pero en su conjunto son el andamiaje de una obra maestra. Las trompetas que anuncian que un genio literario está a punto de derribar las murallas. En todos ellos está de forma embrionaria todo lo que hizo después a Lee una escritora total. Nos recuerdan que, incluso una voz tan icónica como la de Lee, comenzó en la incertidumbre.

Son historias inestimables en cuanto ofrecen una valiosa perspectiva sobre la evolución artística de Harper Lee. Cómo a partir de estos relatos de juventud la escritora supo construir un mundo que reflejaba la compleja situación racial en su territorio de Alabama y arrojar una luz que aun se mantiene viva sobre ese problema.

El cuento que da título al libro, ‘La tierra del dulce porvenir’, está sacado de un himno que cantan en la iglesia Metodista de Maycomb: «Hay una tierra al otro lado del río a la que llamamos del dulce porvenir». Comienza con un guiño satírico a ‘Orgullo y prejuicio’ de Jane Austen: «Los habitantes de Maycomb, Alabama suelen dar por hecho que una mujer soltera en posesión de poco más de un buen conocimiento de la historia social inglesa, necesita a alguien con quien hablar». La protagonista regresa a Maycomb desde Nueva York y queda defrauda pues aquel no era el Maycomb de su infancia, al que añoraba. «El Maycomb de su niñez era una cosa, el Maycomb de hoy está salpicado de vulgaridad de neón». Se refugió en la iglesia metodista. Pero el fin de semana antes de volver a Nueva York ocurrió algo tras la colecta.

Destaca también, ‘El depósito de agua’, la historia de Abbie, una niña de 12 años de Alabama que, en su pobre ignorancia, cree que se ha quedado embarazada porque poco después de tener su primer período abrazó a un niño que tenía los pantalones bajados. Ella había escuchado a su compañera de clase, Maybelle, que a partir de los doce años se puede tener un bebé en cualquier momento. El chico le pidió ver cómo eran las partes íntimas de una chica y Abbie accedió. Comprendiendo que ser madre soltera arruinaría la vida de toda su familia tomó una decisión drástica. Fue así que trepó a lo más alto del depósito del agua.

Hay más historias de ficción: ‘El no va más’, que muestra cómo toma forma la postura antirracista de Lee. Ambientada en Maycomb, la historia trata sobre dos hermanas, desconcertadas por el jardinero negro de su hermana, Arthur, quien es del norte pero aparentemente ha decidido trabajar en el sur segregacionista. Arthur es un «negro yanqui... No se parece a ningún negro que hayas conocido antes».

Otro de estos primeros relatos, ‘Pienso a espuertas’, ofrece un retrato compasivo de Sarah, amiga de la narradora, en la Universidad de Alabama. Las supuestas transgresiones de Sarah -tener una «botella de cerveza en la mano» y «una actitud irreverente hacia la decana»- hacen que el tono de esta historia parezca cómicamente anticuado. Al final, sin embargo, Sarah le cierra la puerta en las narices a una vecina que se prendió fuego accidentalmente en la cocina tras haber discutido previamente sobre perros que ladraban. Esto provoca que la desafortunada mujer acabe quemada en el pasillo. Esta extraña yuxtaposición de gentileza y violencia asesina anticipa el estilo gótico más maduro de Lee.

Igualmente impactante es ‘Las tijeras dentadas’, que trata sobre una joven llamada Jean-Louie Finch, (el verdadero nombre de Scout en Matar un Ruiseñor ). En esta historia, Jean-Louie visita a una familia metodista donde conoce a una de las hijas menores, Matrid, quien está frustrada porque sus padres no le permiten cortarse el pelo que le llega hasta la cintura. Así que Jean-Louie toma unas tijeras y se lo corta, provocando un alboroto y un enfrentamiento entre sus padres.

De entre los ensayos destaca sin duda ‘La Navidad para mí’, donde recuerda como en 1956 recibió un generoso regalo que cambió su vida, permitiéndole convertirse en una escritora. Esa Navidad, sus mejores amigos, el letrista y compositor Michael Brown y su esposa, Joy, la sorprendieron con un sobre en el árbol con una nota: «Tienes un año libre de tu trabajo para escribir lo que te apetezca. Feliz Navidad». Dos de esos ensayos están dedicados a Gregory Peck, que protagonizó la película ‘Matar un ruiseñor’ («se lo que Gregory Peck, profesional consumado y de talento, aportó al papel: una parte de sí mismo»; y a su amigo Truman Capote: «he aquí una aguda inteligencia, un sentido de la observación sumamente entrenado, una intuición capaz de hacer cálculos a la velocidad del rayo».

Son cuentos y ensayos que buscan el lenguaje y el tono apropiados hasta encontrar el ritmo franco que la haría famosa , que nos permiten ver el antes y el después de una sensación literaria llamada Harper Lee.

La tierra del dulce provenir

Autora: Harper Lee

Editorial: Lumen

Traducción: Eugenia Vázquez Nacarino

Páginas: 168

Precio: 19,85 €

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