Novela histórica
César conquista las Galias y se adueña de Roma
En su tercera novela sobre Julio César, ‘Los tres Mundos’, Santiago Posteguillo nos lleva a su momento crucial, la conquista de las Galias y su encumbramiento como dueño de Roma

Santiago Posteguillo
Es el año 58 antes de Cristo y Las Galias se resisten al dominio de Roma que envía al topopoderoso Julio César para su conquista. Hablamos de Las Galias, en plural, que era entonces un extenso territorio que ocupaba no sólo la actual Francia, también Bélgica, Luxemburgo, Suiza, Países Bajos, norte de Italia y el sur de Britania. El rey germano Ariovisto había iniciado su invasión con un poderoso ejército de cuarenta mil guerreros. Llegó entonces Julio César que comenzó a avanzar hacia el norte, mientras el ejército de Ariovisto lo hacia el sur.
Pero Julio César debe tener su mente y su mirada puestos también en otros escenarios. En Roma, donde Clodio manda a su antojo en representación del triunvirato formado por Pompeyo, Craso y el propio Julio César. En Egipto, donde gobierna Berenice IV tras haber depuesto a su padre, Tolomeo XII, que se ha exiliado en Roma en compañía de su hija menor, la futura Cleopatra VII.
Son los tres escenarios claves que Santiago Posteguillo retrata con su estilo riguroso y documentado y con gran ritmo y buen pulso narrativo en ‘Los tres mundos’ el tercer libro tras ‘Roma soy yo’ y ‘Maldita Roma’, que conforman su proyecto literario sobre Julio César y su mandato. ‘Los tres mundos’ es por tanto el ecuador de un proyecto que Posteguillo espera finalizar en 2031 con la publicación de otras tres novelas sobre el mandatario romano.
En el primero de esos tres mundos, en Roma, Julio César dominaba la ciudad con el triunvirato formado por él y los senador Pompeyo y Craso. Pero en el año 58 a. C., Craso estaba más atento a sus negocios, Pompeyo a su vida privada y César ausente en la Galia. De ellos, César era líder natural, tan brillante en oratoria y en política como inteligente, capaz y valiente en el terreno militar.
Para controlar el senado y a Roma eligieron a Clodio un tipo despiadado y sin escrúpulos que disponía para imponer su autoridad de la mayor banda de sicarios de la ciudad, pero también con la astucia suficiente para no cuestionar el poder del triunvirato, promulgando leyes que no afectaran a los intereses de los tres poderosos senadores, y éstos, por su parte, no cuestionaban los crueles métodos que Clodio pudiera emplear, como el aprobar una ley para enviar a Cicerón al exilio .
En Las Galias vemos a César implicado en una segunda campaña militar en contra del ejército de el rey germano Ariovisto, un ejército que era una trituradora militar que había derrotado a los galos en varias batallas campales. César, sabedor de ello, puso en marcha una estrategia para intentar evitar el choque frontal de sus legiones con aquella apisonadora armada hasta los dientes, pero Ariovisto no era un rey proclive a negociar nada, y menos sobre un territorio, la Galia, que él consideraba suyo por derecho de conquista. El choque resultó inevitable. La victoria de César no fue solo militar, sino política pues la conquista de las Galias terminó de encumbrarle a lo más alto del poder en Roma.
Egipto es ese tercer escenario que no escapa al control de César. En el año 58 a. C., después de las conquistas de Pompeyo de los territorios de Asia, Egipto se presentaba ante los ojos de Roma como la próxima joya a conquistar. El faraón Tolomeo XII, padre de la joven Cleopatra VII, había sido depuesto del trono de Egipto y en su lugar fue aupado la joven Berenice, una títere en manos de los sacerdotes. Estos defendían a toda costa la independencia de Roma, pero ni el pueblo ni los sacerdotes acertaban a comprender que militarmente Egipto ya no podía oponerse a un poder como el de Roma y que, en consecuencia, la línea de negociar cesiones y territorios era la única salida posible para alargar la independencia del legendario reino.
Tolomeo XII se había refugiado en Roma, donde buscaba comprar suficientes voluntades en el Senado romano como para poder retornar al trono de faraón con el apoyo militar romano a cambio de más cesiones territoriales . En el exilio le acompaña su hija menor, la futura reina Cleopatra.
A lo largo de este relato de ‘Los tres mundos’, como en los anteriores de ‘Roma soy yo’ y ‘Maldita Roma’, Santiago Posteguillo nos va describiendo a César y a sus ambiciones políticas, para ello sabrá demostrar que no solo conquista sino que sabe gestionar y administrar los territorios conquistados; también que es un gran orador y un excelente comunicador que sabe de la importancia de hacer llegar sus proezas al pueblo romano a través de sus discursos y de sus relatos escritos. Y sobre todo, en este episodio de la guerra gálica, vemos al César, estratega, audaz e intrépido, un tipo capaz de hacer que los suyos construyan un puente en diez días, un puente que resultó decisivo para el avance de sus legiones y la victoria.
El éxito de Santiago Posteguillo es esa mezcla de rigurosa documentación unido a una narración que sabe contar lo sucedido como una gran aventura, de lo que resulta un relato entretenido, ameno y que atrapa en su lectura.

Los tres mundos
Autor: Santiago Posteguillo
Editorial: Ediciones B
Páginas: 992
Precio: 25,90 €
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