Como cada año, la calle Alcazabilla se torna mágica para hacer soñar a las decenas de niños que junto con sus padres se atrevan a viajar al centro de la Feria. La Feria Mágica es este año un poco más inventiva si cabe con Julio Verne y sus increíbles historias como protagonistas. Si el año pasado fue Cervantes, este toca viajar a través de la enrevesada mente de Verne a través de miles de leguas de viaje a través de la imaginación.

La travesía, que durará toda la feria (de 12.00 a 15.00 horas), tiene como objetivo que los niños puedan disfrutar de la semana grande de la ciudad al tiempo que descubren a uno de los escritores más célebres de la literatura.

Introducirse en el mundo de Verne es un trabajo complicado, pero no tanto si lo haces a través de juegos y cuentos que llevan a los más pequeños mensajes como el de la compañía La Pili, que a través de una representación musical de la pequeña cascabel -traducida también al lenguaje de signos-muestran a los niños feriantes la importancia de luchar por los sueños.

Pero para entender mejor la travesía por los clásicos de Verne será mejor desde el inicio, con las Tribulaciones de un Chino en la China. La compañía Carpa sumerge a los asistentes en la antigua China Oriental con juegos de magia que dejan estupefactos tanto a pequeños como adultos. Entre las aventuras de esta actividad, los niños participan de lleno en la historia intentando imitar los trucos de este mago chino con acento malagueño. Las grandes aventuras comienzan tras este primer espectáculo. Los pequeños exploradores pueden vivir en primera persona las aventuras del escritor francés. Para ello, entran en la Isla Misteriosa, donde tienen que sortear la densa vegetación de la selva y cruzar un río de lava hasta poder llegar finalmente a la luna.

La aventura de los pequeños aventureros continua a través de espectáculos de marionetas y cuentacuentos que les llevan a conocer las más populares obras de Verne, como 20 mil leguas de viaje submarino, La vuelta al mundo en 80 días o De la Tierra a la Luna, entre otras que a diario se representan frente al Teatro Romano. Alberto Díaz-Quintana González, coordinador de la Feria Mágica, sostiene que cada año son más los asistentes a esta actividad familiar que abre una puerta a la imaginación y la literatura en el mismo corazón de la Feria.